El hijo de Gadafi dice que «en 48 horas todo habrá terminado», mientras que los rebeldes aseguran que la ciudad de Ajdabiya continúa bajo su control, a la vez que instan a Occidente a actuar ya «porque mucha gente está muriendo».
16 mar 2011 . Actualizado a las 22:03 h.El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó hoy a un alto el fuego inmediato en Libia y pidió al régimen de Muamar el Gadafi que no bombardee la ciudad rebelde de Bengasi por el riesgo de que mueran un número elevado de civiles.
El portavoz de la ONU, Martin Nesirky, señaló que Ban Ki-moon está «profundamente preocupado» por el aumento de la ofensiva de las fuerzas gubernamentales libias contra los rebeldes y los indicios de que preparan un asalto a Bengasi, bastión del movimiento que se levantó contra el régimen de Gadafi el mes pasado.
«Una campaña para bombardear un núcleo urbano como ese pondría un gran número de vidas civiles en peligro», apuntó el portavoz, quien resaltó que quienes usen fuerzas militares contra civiles tendrán que responder por sus acciones.
El llamamiento de Ban tiene lugar cuando los quince países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU continúan hoy con sus negociaciones sobre el establecimiento de una zona de exclusión aérea en Libia que impida al régimen de Gadafi bombardear a los rebeldes.
El Consejo tuvo que suspender el martes las negociaciones del proyecto de resolución que presentó Líbano, en colaboración con Francia y Reino Unido, al ser estos países incapaces de ponerse de acuerdo sobre la iniciativa, que responde a una petición formulada por la Liga Árabe.
Según su portavoz, Ban habló el martes por la noche con el ministro libio de Asuntos Exteriores, Musa Kusa, sobre la grave situación en el país magrebí.
También explicó que el enviado especial de la ONU a la zona, el jordano Abdel Ilah Al Jatib, partió hoy de Trípoli tras dos días de reuniones con las autoridades libias, a las que trasladó «el firme llamamiento de la comunidad internacional a un cese del fuego y de la violencia». Al Jatib pidió al Gobierno libio que permita el acceso de ayuda humanitaria a todas las regiones del país afectadas por la violencia y trabajar hacia una solución pacífica de la crisis, según Nesirky.
El portavoz indicó que el enviado especial se mantiene en contacto con las autoridades en Trípoli, así como con los líderes de los rebeldes en Bengasi.
Mientras, aviones de las fuerzas de Muamar el Gadafi bombardearon hoy el aeropuerto de esa ciudad, según los insurgentes, quienes también aseguraron que sus tropas aún controlan la estratégica Ajdabiya, a 160 kilómetros de Bengasi, pese a los fuertes ataques de las fuerzas del régimen libio.
Sarkozy pide a la ONU el establecimiento de la zona de exclusión aérea
Mientras tanto, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, sigue pidiendo a los líderes de los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que apoyen una resolución para establecer una zona de exclusión aérea sobre el país.
Sarkozy les solicita que «asuman plenamente sus responsabilidades» y recuerda que «desde el 26 de febrero, el régimen libio no ha tenido en cuenta las demandas unánimes del Consejo» y ha continuado con «sus acciones mortíferas contra su pueblo». Además, recuerda también que la Liga Árabe pidió al órgano de la ONU «que tome todas las medidas necesarias para imponer inmediatamente una zona de exclusión aérea contra los aparatos militares libios».