El divorcio de la pareja presidencial de Guatemala, que permitirá a la primera dama, Sandra Torres de Colom, aspirar a la presidencia en los comicios de septiembre «es un acto de amor» al país, declaró ayer su partido, el Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
«Como muestra de ese compromiso y del amor a Guatemala, la primera dama ejerció, en conjunto con el presidente Álvaro Colom, su derecho de divorciarse» después de once años de matrimonio, argumentó la UNE.
Con ese trámite, Torres salva la prohibición constitucional que le impide ser candidata a la presidencia del país por el parentesco que mantiene con el mandatario.
El divorcio presidencial ha desatado una avalancha de críticas. «Es una falta de respeto a la institución del matrimonio. Como personas públicas deben dar el ejemplo. Esto es una burla», sostuvo el constitucionalista Carlos Molina. Y advirtió contra «una posible simulación de divorcio que constituiría delito».
El principal candidato opositor, el derechista Otto Pérez Molina, del Partido Patriótico, y quien encabeza los sondeos para las elecciones con un 42% de la intención de voto, calificó este divorcio de «fraude».