Copenhague, a la que apoya Suecia, dice que no dará marcha atrás
14 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La Comisión Europea amenazó ayer con la posibilidad de expedientar a Dinamarca tras su decisión unilateral de restablecer los controles fronterizos con Alemania y Suecia, dejando así sin efecto de forma puntual el Tratado de Schengen.
El presidente del Ejecutivo de los 27 socios, José Manuel Durão Barroso, expresó ayer sus «dudas importantes» sobre la legalidad de esa medida, que Copenhague dice que servirá para controlar mejor el crimen organizado y situaciones de riesgo a su seguridad nacional.
La reintroducción de los controles fronterizos fue posible tras un pacto de Gobierno con la ultraderecha danesa.
Según la misiva de Barroso a Copenhague, una evaluación inicial indica que existen «dudas importantes» sobre si «las medidas propuestas, si son aplicadas de forma amplia y permanente, como ha sido anunciado, podrían cumplir con las obligaciones de Dinamarca en el marco del derecho internacional y comunitario».
Dinamarca subrayó que no se trata de cerrar fronteras, sino de reforzar controles aduaneros en busca de, por ejemplo, posibles armas ilegales o sustancias estupefacientes.
«Se ha afirmado que [...] las nuevas medidas se concretarán en forma de aduanas permanentes en las fronteras [...] teniendo en cuenta los principios de base» del Tratado de Schengen, señaló Barroso. «Los Estados miembros no pueden realizar controles sistemáticos en las fronteras interiores, ya sea de mercancías o de personas», destacó.
Dinamarca reaccionó ayer reiterando que establecerá los controles. Su ministro de Impuestos, Peter Christensen, considera que las críticas de la Comisión se deben a un malentendido.
Por su parte, el ministro de Finanzas sueco, Anders Borg, apoyó la decisión del país vecino de restablecer controles para combatir el crimen organizado. «Nosotros ya tenemos un control fronterizo similar», declaró Borg.