El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas francesas confirmó ayer que aviones galos lanzaron en paracaídas armas ligeras destinadas a los rebeldes libios a principios de junio en las montañas de Jebel Nefusa (sudeste de Trípoli).
«Procedimos a lanzamientos de ayuda humanitaria y material médico»; «durante las operaciones, la situación de los civiles se degradó. Lanzamos también armas y medios para permitirles defenderse», indicó el portavoz del Estado Mayor, coronel Thierry Burkhard.
El diario Le Figaro había publicado el día anterior que Francia envió esas armas para intentar desbloquear la guerra y que los rebeldes puedan avanzar hacia la capital y desencadenar allí una revuelta, informa Efe.
Francia transportó por vía aérea hasta las montañas de Jebel Nefusa lanzagranadas, fusiles de asalto, metralletas y misiles anticarro, tras haber constatado en mayo que los frentes corrían el riesgo de estabilizarse. Según un alto responsable galo, París actuó en solitario para llevar el material y entregarlo con un sistema de paracaídas que permite un aterrizaje de gran precisión.
El Reino Unido, en contra
El Reino Unido no es favorable a suministrar armas a los rebeldes libios, contrariamente a Francia, dijo ayer el secretario de Estado de Defensa británico, Gerald Howarth. «No, Gran Bretaña no se plantea suministrar armas a la oposición libia. Pensamos que eso plantea problemas», afirmó. «No es algo que deberíamos hacer», agregó.
Por su parte, Barack Obama insistió en que la participación de su país en la misión de la OTAN es limitada. «Hicimos exactamente lo que dijimos que haríamos. No tenemos soldados en el terreno [...], no ha habido ni un solo muerto estadounidense. No hay ningún riesgo de escalada suplementaria», dijo.