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Dinamarca impondrá controles fronterizos con Alemania y Suecia

copenhague / efe

INTERNACIONAL

La aplicación del plan de controles aduaneros será inmediata,

02 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Gobierno danés sacó ayer adelante en el Parlamento su plan para instaurar controles aduaneros permanentes en las fronteras con Suecia y Alemania, lo que provocó recelos por la posibilidad de que viole el Tratado de Schengen. Tras semanas de discusiones, aplazamientos y especulaciones sobre apoyos, el legislativo rechazó la moción de la oposición que pretendía tumbar el acuerdo entre el Gobierno liberal-conservador, el ultranacionalista Partido Popular danés (DF) y el único diputado cristianodemócrata, Per-Oerum Joergensen.

Se esperaba un largo debate, pero el hecho de que Joergensen ratificara hace días que votaría con el Gobierno y le daría así la mayoría absoluta, provocó que no hubiera discusión y que la moción opositora fuera derrotada por 58 votos a 50 y con solo el 60 % de los diputados presentes. La Comisión de Finanzas del Parlamento, en la que el Gobierno tiene mayoría, aprobó horas más tarde los fondos para llevar adelante el acuerdo.

La aplicación del plan de controles aduaneros será inmediata, aunque la última fase, la que incluye los controvertidos puestos fronterizos, no se completará hasta el 2014. El ministro de Impuestos, Peter Christensen, anunció que desde el martes habrá 50 nuevos agentes de aduanas. Treinta estarán en la frontera con Alemania, diez en los transbordadores que conectan las localidades danesas de Roedby y Gedser con este país, cinco en la entrada al puente que une Suecia con Dinamarca y otros cinco en Helsingborg, desde donde salen los transbordadores a la ciudad sueca de Helsingborg.

Antes de fin de año serán destinados 48 agentes más, según el plan, que pretende invertir 270 millones de coronas danesas (unos 36 millones de euros) en personal y equipamiento tecnológico.

La aprobación parlamentaria cierra dos meses desde que el acuerdo fue presentado por el Gobierno, que han agitado el panorama político danés, con discusiones acaloradas entre los propios partidos que lo apoyan, la oposición, Bruselas y otros países de la UE, además de críticas de la patronal danesa.