Aubry y Hollande competirán al acabar ya el plazo de candidaturas
15 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Los socialistas franceses han cerrado el plazo de candidaturas y se han metido de lleno en unas primarias de alto riesgo: deberán librarse de la sombra de Dominique Strauss-Kahn y resolver un problema de liderazgo interno que se prolonga desde la retirada del derrotado Lionel Jospin.
Son seis los que pretenden hacerse con la nominación socialista a la candidatura presidencial, dos pesos pesados y cuatro aspirantes sin posibilidades, al menos según los sondeos. Martine Aubry y François Hollande parten igualados, con solo dos puntos de diferencia en la intención de voto, según la encuesta CSA publicada esta semana.
Diferentes apuestas
Hollande cae más simpático y cuenta con los apoyos que supo trabajarse durante sus once años de secretario general. Aubry, su sucesora en el cargo, tiene el respaldo de Laurent Fabius y de Bertrand Delanoë y ha decidido abrir su equipo de campaña a personalidades de fuera del partido. Ambos se reparten casi a partes iguales el respaldo de los fieles a quien hasta el 14 de mayo era el candidato indiscutible, el entonces director del Fondo Monetario Internacional.
Con Strauss-Kahn fuera de juego, el propósito unánime de los candidatos es mantener el respeto mutuo, algo difícil de conseguir de aquí a la primera vuelta prevista para octubre: Aubry y Hollande se detestan casi tanto como Aubry y Royal, enfrentada también a su expareja, con quien parece no descartar ahora una posible alianza política.
Ségolène Royal encabeza el pelotón de los otros cuatro aspirantes. Derrotada en el 2007 frente a Nicolas Sarkozy, ha visto como la mayoría de sus incondicionales de entonces han pasado al equipo de campaña de su ex. Arnaud Montebourg estuvo con ella entonces, pero ahora es el candidato más joven y más a la izquierda.
Manuel Valls, de origen español, tiene ideas mucho más conservadoras. El intruso de estas primarias es Jean-Michel Baylet, presidente del Partido Radical de Izquierda, que se ha apuntado gracias al carácter abierto de la elección. Podrán votar todos los inscritos en el censo que aporten un euro y firmen su adhesión a los valores de la izquierda.