Murdoch desvía a sus trabajadores la responsabilidad de las escuchas
INTERNACIONAL
Rebekah Brooks admite, sin embargo, que «News of the World» contrató detectives
20 jul 2011 . Actualizado a las 10:29 h.El dueño del imperio de comunicación News Corporation, Rupert Murdoch, jugó al despiste en su comparecencia en los Comunes para responder por la crisis desatada por las escuchas telefónicas del News of the World. Murdoch declaró no conocer las prácticas ilegales de sus trabajadores, pero su hijo, James, confirmó que la firma había pagado los honorarios de detectives privados utilizados por el rotativo, lo que fue ratificado más tarde por la exdirectora de News International (NI), Rebekah Brooks.
Murdoch quiso dar la impresión de conocer pocos datos clave de la trama, cifras, o las personas con un papel predominante en el escándalo. Incluso restó importancia a su relación con el primer ministro, David Cameron, cuando indicó que desde Downing Street le habían aconsejado entrar «por la puerta de atrás», cuando acudió allí a los pocos días de las elecciones «para tomar el té».
El magnate dijo sentirse avergonzado y engañado. «Es el día en que me siento más humilde de toda mi vida», declaró dando la impresión de que dejaba el grueso de las respuestas a su hijo James, quien confesó mostrarse sorprendido, «como ustedes», cuando descubrió que su periódico había pagado los servicios de un detective privado.
Preguntado Murdoch por qué no investigó los comentarios de Brooks cuando esta dijo en el 2003 que periodistas habían pagado a policías a cambio de información, contestó: «No lo sé y no es una excusa, quizá se debe a mi laxitud, ya que News of the World solo representaba un 1 % de mi compañía, que da empleo a 53.000 personas en todo el mundo».
Por último, Murdoch dijo que no se sentía responsable de lo sucedido. Preguntado quién tenía la culpa, contestó que las personas en las que depositó su confianza y «quizá la gente en la que ellos confiaron». Anunció que no dimitirá porque es «la persona mejor situada para limpiar todo esto».
Por su parte, Brooks se mostró tranquila e inteligente, dos armas con las que alcanzó los máximos escalafones sociales y profesionales. La exdirectora de NI indicó que durante su tiempo en el News of the World se utilizaron detectives privados, «una práctica común en buena parte de la prensa en los años noventa y principios de la década del 2000», cuando se detuvo debido a las nuevas leyes sobre la confidencialidad de datos.
Brooks puso como ejemplo que en el 2003, cuando pasó a dirigir The Sun, no utilizó detectives. También informó al comité que la primera vez que los directivos de NI conocieron la extensión de las escuchas ilegales fue a finales del 2010, cuando actuaron «con prontitud y de forma decisiva».
Brooks se disculpó por los pinchazos telefónicos. También dijo no haber autorizado pago alguno a policías y, para sorpresa de todo el mundo, dijo que su propio teléfono había sido intervenido por el detective privado Glenn Mulcaire.
Las intervenciones ante el comité dieron comienzo con la comparecencia del exjefe de la policía metropolitana, sir Paul Stephenson. Reveló que diez de los 45 miembros del departamento de comunicación de Scotland Yard trabajaron en algún momento para News International.
Rupert Murdoch no solo tuvo que esquivar los golpes de los parlamentarios británicos, también fue atacado por un miembro del público, según Sky News, el comediante Johnnie Marbles, que había hecho cola durante ocho horas para estar presente en la comparecencia. Marbles se acercó al magnate y le arrojó una tarta con espuma de afeitar mientras lo acusaba de ser «un millonario asqueroso». James Murdoch, sentado al lado de su padre, salió en su defensa, así como la esposa del octogenario, Wendi Deng, que estaba sentada detrás de él y que logró abofetear al atacante. Marbles fue detenido y, tras unos minutos de confusión, continuó la intervención de Murdoch, pero ya sin su chaqueta.