La periodista que denunció al exdirector del FMI insiste en que intentó violarla

Esperanza Suárez PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Compareció en televisión al día siguiente de que lo hiciera Strauss-Khan

20 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El mea culpa televisado en Francia de Dominique Strauss-Kahn batió récord de audiencia, pero solo convenció a sus incondicionales asumiendo «una falta moral». Las feministas están indignadas, los socialistas quieren que se calle y los medios de comunicación lo acusan de manipular en su favor el informe del fiscal de Nueva York que decidió retirar los cargos por la escasa credibilidad de Nafissatou Diallo, la limpiadora del hotel Sofitel que lo acusó de violarla.

Ayer fue Tristane Banon, la periodista gala que ha denunciado en Francia al director del Fondo Monetario Internacional, la que compareció ante las cámaras para ratificarse en su acusación de que intentó violarla.

Intentos de besarla

En su declaración del día 12, el economista habría reconocido que intentó besarla. Pero Banon insistió en que cuando intentó irse, Strauss-Kahn la agarró por el brazo, la volvió a acercar hacia él y en ese forcejeo los dos se cayeron al suelo y comenzaron a pelear.

Banon ha convocado una manifestación para el sábado ante el Palacio de Justicia de París. Cuenta con el apoyo de varias asociaciones que piensan que es «un escándalo, una indecencia» que se concedan 25 minutos de un telediario a un hombre sospechoso de comportamiento violento contra las mujeres.

«Si no hubiera tenido suerte, habría acabado en violación», aseguró Banon ayer ante las cámaras al referirse a lo ocurrido hace 8 años, cuando el exdirector del FMI la citó en un apartamento medio amueblado para una entrevista que acabó a golpes.

Strauss-Kahn calificó el domingo su versión de «imaginaria y calumniosa».

La periodista dice sentirse herida y dispuesta a continuar su acción judicial si el fiscal decide archivar su denuncia. «Voy a demandarlo por lo civil», dijo Tristane Banon, de 32 años, lo que supone la designación automática de un juez de instrucción.

La decisión está en manos de la Fiscalía, que podría archivar la causa o considerarla un delito de agresión sexual que prescribe a los tres años.

Cambio de opinión

La periodista explicó que no presentó en su momento una denuncia aconsejada por su abogado, porque se sentía «completamente incapaz», pero tras la detención de Strauss-Kahn en Nueva York cambió de opinión.

Tampoco le ha hecho Strauss-Kahn favor alguno a su «amiga» Martine Aubry. Su alusión a «un pacto» ha colocado a la aspirante a la nominación socialista al Elíseo en el difícil papel de «candidata sustituta»: ambos habrían acordado en el 2008 en Marraquech que nunca competirían uno contra otro. Los seguidores de François Hollande, su máximo rival en las primarias del PS, han aprovechado para lanzar una ofensiva contra ella.

El telediario de TF1 superó los 13 millones de espectadores durante la presencia de Strauss-Kahn. Diarios y cadenas solicitaban ayer la opinión de los expertos gestuales para aclarar hasta qué punto había sido sincero. Algunos encontraron más que coincidencias entre sus palabras y las de Bill Clinton al lamentar el escándalo Monica Lewinsky.