Las víctimas fueron torturadas antes de ser asesinadas en lo que se considera un ajuste de cuentas entre criminales
22 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Una nueva matanza en la ciudad mexicana de Veracruz, la tercera peor en los seis años de Gobierno de Felipe Calderón, volvió a conmocionar a una población ya estremecida por la escalada del crimen organizado. El horror se instaló la tarde del martes en una zona turística de Veracruz. Sicarios enmascarados y armados pararon el tráfico para arrojar de dos camiones los cadáveres con signos de tortura y maniatados de 23 hombres y 12 mujeres.
Las autoridades los identificaron como miembros del cartel de los Zetas, y creen que fueron asesinados por secuaces de El Golfo, una banda rival. Según las primeras investigaciones, la mayoría de las víctimas, entre las que hay un policía y varios menores, son parte de los 32 reos que se fugaron recientemente de tres cárceles. De ellos, catorce volvieron a ser apresados.
El fiscal de Veracruz, Reynaldo Escobar, confirmó el hallazgo junto a los cuerpos, tirados bajo un paso elevado frente a un centro comercial, de un mensaje contra Los Zetas. Añadió que «todos tenían antecedentes penales y se dedicaban a actividades vinculadas al crimen organizado, tales como el secuestro, la extorsión, el homicidio y el tráfico de drogas».
Las víctimas fueron torturadas y murieron por asfixia, estrangulamiento y traumatismos, salvo una que fue abatida a tiros.
Desde que Calderón asumió el poder en el 2006, solo dos matanzas superan a esta: la muerte de 72 inmigrantes en agosto del 2010, en Tamaulipas, y la de 52 personas en un casino en Monterrey, el pasado agosto. Calderón pidió ayer en la ONU mayor compromiso de los países con el consumo de drogas, al afirmar que el crimen organizado y el narcotráfico matan más gente en el mundo que «todos los regímenes dictatoriales juntos».