Los escándalos dominan la campaña electoral irlandesa

imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

En ellas prima la imagen y el renombre de los candidatos por encima de las políticas que proponen.

23 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las elecciones presidenciales en Irlanda siempre se han caracterizado por ser demasiado personalizadas, ya que en ellas prima la imagen y el renombre de los candidatos por encima de las políticas que proponen. Esta vez, sin embargo, se ha tocado fondo. A cinco días de la cita con las urnas, los siete aspirantes a la presidencia reúnen una trama de escándalos solo comparables a los guiones de una serie de enredo norteamericana. Entre los siete magníficos destacan un cantante de gospel, un activista gay experto en la literatura de James Joyce, y un antiguo dirigente del IRA.

Dana Rosemary Scallon, una antigua ganadora del Festival de Eurovisión y que en las elecciones de 1997 quedó tercera (esta vez será la última, según las encuestas), ha sido acusada durante la campaña de haber ocultado el abuso sistemático de una hija de su hermana por parte de un hermano de ambas. Hace unos días fue noticia cuando informó de que había sido objeto de un intento de asesinato al explotar una rueda de su vehículo cuando conducía. Alguien había realizado quince cortes en el neumático.

David Norris, activista gay, se encuentra en quinto lugar en las encuestas de intención de voto. En el 2002 fue motivo de escándalo mayúsculo cuando defendió la pederastia en la antigua Grecia y, en verano, retiró temporalmente su candidatura cuando se supo que pidió clemencia a la Justicia israelí para un antiguo amante al que se acusaba de violación.

Martin McGuinness sorprendió a todo el mundo presentando su candidatura, a pesar de que según el político norirlandés abandonó el IRA en 1974. La intención de McGuinness es continuar la trayectoria ascendente del Sinn Féin en el electorado de la república. Si gana (aparece en tercer lugar en los sondeos), sería la primera vez que un exterrorista y exconvicto llega a la presidencia de un país occidental.

Sean Gallagher es un millonario que ha irrumpido en la campaña con enorme fuerza representando al Fianna Fáil. Es muy popular en Irlanda por su aparición en un reality de la televisión, Dragons? Den. Los últimos sondeos lo colocan incluso por delante del favorito, Michael D. Higgins, de 70 años, poeta y antiguo ministro de Cultura del Partido Laborista cuya pobre salud ha levantado dudas sobre si lograría sobrevivir a una presidencia de siete años.

Mary Davis es la otra mujer candidata a la presidencia. Era acusada de cierto photoshop en sus retratos electorales. Por último, el candidato Gay Mitchell, por el Fine Gáel, posee una personalidad tan anodina que no se cree que alcance ni el 10 % de los votos.

Las elecciones presidenciales de Irlanda se celebrarán el próximo jueves.