El tío de Bachar al Asad, Rifat al Asad, hermano del antiguo presidente Hafez al Asad, ha roto su silencio en una entrevista concedida al diario francés Le Figaro y al libanés Al-Safir, en la que pide al actual mandatario que deje el poder y lo entregue al pueblo, y solicita a la comunidad internacional que facilite un refugio a la familia Asad.
Al día siguiente de que la Liga Árabe suspendiese a Siria de sus reuniones, el exvicepresidente sirio aseguró que Bachar «debe parar el baño de sangre y entregar el poder al pueblo sirio».
«Es inaceptable que Bachar pueda pensar en mantenerse en el poder continuando con las matanzas», opinó en declaraciones a Le Figaro en París, aunque vive entre Londres y Marbella.
Rifat al Asad, en el exilio desde 1998, asegura que después de ocho meses de revuelta popular reprimida, «Bachar se ha pronunciado varias veces a favor de las reformas, pero no se vio ninguna».
Refugio para la familia
Rifat, de 71 años, y quien afirma no tener «ninguna ambición» política, teme una guerra civil en su país y, ante ella, confiesa al citado medio francés, «no tendremos otra elección más que la de pedir ayuda extranjera para apagar el fuego». Para evitar llegar a esa catástrofe, «la comunidad internacional debe encontrar un refugio a Bachar al Asad y a su familia por razones humanitarias», dice.
El antiguo jefe de las Brigadas de Defensa, acusado de las matanzas de islamistas en Hama en 1982 (15.000 muertos), advierte de que «Siria, no es Libia, ni Túnez».