Juró hoy su cargo para un nuevo mandato de cinco años tras ganar las elecciones del pasado 28 noviembre, pese al rechazo de la oposición, que no acepta el resultado.
20 dic 2011 . Actualizado a las 16:44 h.El presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Joseph Kabila, juró hoy su cargo para un nuevo mandato de cinco años tras ganar las elecciones del pasado 28 noviembre, pese al rechazo de la oposición, que no acepta el resultado.
«Yo, Joseph Kabila Kabange, me comprometo a observar y respetar las leyes de la República (...) y a dedicar todas mis fuerzas al bien común», dijo el jefe de Estado, sosteniendo en su mano izquierda la bandera de la República mientras alzaba la derecha.
A la ceremonia de investidura, marcada por once disparos protocolarios al aire (uno por cada una de las once provincias de la RDC), asistió sólo un jefe de Estado extranjero, el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe.
Kabila fue investido presidente después de ser proclamado el pasado viernes oficialmente vencedor de los comicios por la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
La CSJ confirmó los resultados provisionales emitidos por la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), que dieron el triunfo a Kabila con el 48,95 por ciento de los votos, frente al 32,33 por ciento de su máximo rival, el opositor Etienne Tshisekedi.
Sin embargo, Tshesekedi no acepta el resultado, se ha autoproclamado presidente electo y ha anunciado que él también prestará juramento como jefe de Estado del país el próximo viernes en el Estadio de los Martirios de Kinshasa.
Los comicios de la RDC, clave para la estabilización del país, han sido duramente criticados, entre otros, por la Unión Europea y EEUU, que subrayan su falta de transparencia y credibilidad.
Kabila defendió la semana pasada la credibilidad de las elecciones, aunque admitió que hubo «fallos».
Las elecciones del 28 de noviembre fueron los segundos comicios democráticos, tras los de 2006, en este país desde la caída del dictador Mobutu Sese Seko en 1997.
La RDC está inmersa aún en un proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003) que implicó a varios países africanos, y tiene desplegada la mayoría de las fuerzas internacionales de paz de la ONU, con unos 22.000 militares.