Sarkozy y David Cameron aparcan sus diferencias

Esperanza Suárez PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

BENOIT TESSIER

La cooperación en defensa reconcilia a París y Londres

18 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

París y Londres intensifican su cooperación militar. El presidente Nicolas Sarkozy y el primer ministro David Cameron se esforzaron ayer por dar por superadas sus diferencias sobre los asuntos europeos para concentrarse en lo que los une: la colaboración industrial y el rechazo a «la carnicería» en Siria.

El pacto fiscal propuesto por la pareja Merkel-Sarkozy, que provocó agrios reproches en Bruselas, no ha sido tema de conversación en esta cumbre bilateral. Pero si sus divergencias. «A veces hemos tenido desacuerdos sobre temas europeos», reconoció el británico, pero insistió en que necesitan entenderse.

La sintonía ha sido tal que Cameron ha deseado «buena suerte» a su «amigo en la batalla que va a librar», porque admira «su valentía y liderazgo». El premier no apoyó explícitamente su candidatura a la reelección para evitar el rechazo que provoca la vehemencia de la canciller de Alemania.

Un «drone» de combate

Francia y Gran Bretaña firmaron ayer un convenio para construir conjuntamente un drone, un avión no tripulado, que tendrá la capacidad de un avión de combate, en el 2030. Anunciaron también una «colaboración estratégica a largo plazo» que incluye proyectos comunes sobre misiles, comunicaciones militares por satélite y pruebas nucleares. Se trata de desarrollar los acuerdos de Lancaster House, firmados en el 2010, con los que ambos países, que aportan el 60 % de los gastos militares de la Unión Europea, esperan atenuar los efectos de los recortes presupuestarios impuestos por la crisis.

Durante su encuentro en el Elíseo también dieron un nuevo impulso a la construcción común de nuevas centrales nucleares con la asociación de Areva y Rolls-Royce en un contrato de 600 millones de euros, que supondrán la creación de 1.500 empleos.

Una vez más, presentaron como un éxito la colaboración francobritánica en la intervención militar en Libia, aunque descartan repetir la experiencia en Siria, pese a la represión «atroz». «Estamos dispuestos a hacer más, pero los que quieren la democracia en Siria tienen que unirse», dijo Sarkozy en referencia a la oposición. Coinciden en que «la revolución no puede ser impuesta desde el exterior» y de momento buscan vías para hacer llegar ayuda humanitaria.