Es de origen argelino, dijo ser muyahidín y pertenecer a Al Qaida, y ayer iba a volver a matar
22 mar 2012 . Actualizado a las 07:05 h.El asesino de la moto, Mohamed Merah, seguía anoche en su piso de Toulouse, acorralado por las fuerzas de seguridad francesas desde la madrugada de ayer, lo que mantiene en vilo a un país que espera su arresto después de haber admitido que mató a siete personas.
Merah tenía previsto cometer dos nuevos atentados, según confesó en sus conversaciones con las fuerzas especiales que le mantenían rodeado. Primero quería matar a otro militar ayer, ya elegido, a la salida de su domicilio. Después pretendía asesinar a dos policías.
A las tres y media de la madrugada de ayer, las fuerzas de seguridad intentaron detenerlo sin éxito. Disparó a través de la puerta e hirió a dos agentes, uno en la rodilla y otro en el hombro.
A partir de ese momento empezó el asedio y también la negociación. Merah recibió un walkie-talkie para poder comunicarse y lanzó por la ventana el colt 45 con el que asesinó a la mayoría de sus siete víctimas mortales, aunque dejó claro que tenía más armas en el apartamento del barrio de la Côte Pavée, una zona pobre de Toulouse. Dijo ser un muyahidín, pertenecer a Al Qaida y haber aceptado una «misión general para atentar en Francia» tras haber rechazado cometer un atentado suicida. Pero que actuó solo.
Explicó que había matado a los niños judíos para vengar a los niños palestinos, y a los paracaidistas por su intervención en Afganistán. Otro de sus motivos para asesinar en Francia ha sido la ley que prohíbe a las mujeres llevar el velo integral.
Los servicios de información lo vigilaban desde que viajó a Pakistán y Afganistán, donde recibió entrenamiento y fue detenido por la policía local. Después se fugaría de la prisión de Kandahar.
La policía identificó al hombre más buscado de Francia el martes, al día siguiente de que asesinara a tres niños y a un profesor de religión ante la escuela judía de Toulouse. El lunes ya estaba entre los sospechosos. La pista definitiva fue la dirección de correo electrónico que dio para contactar con su primera víctima, el paracaidista asesinado el día 5. La investigación llevó hasta el ordenador de Abdelkader, su hermano mayor, también detenido, junto al resto de la familia «por precaución».
El asesino cometió otro error que permitió limitar la lista de sospechosos. Uno de sus dos hermanos se acercó a un concesionario Yamaha para interesarse por cómo desactivar el localizador que lleva la moto que utilizó para cometer sus crímenes. En su coche encontraron armas. Anoche buscaban un segundo vehículo alquilado que podría estar lleno de explosivos.
Los expertos de la policía examinan ahora la cámara que llevaba en el pecho mientras mataba. Dijo que pensaba difundir las imágenes en Internet.
El objetivo fue desde el primer momento capturarlo con vida. Primero anunció que se rendiría a primeras horas de la tarde, luego lo aplazó a la noche. Los vecinos del bloque de viviendas sociales fueron desalojados por la mañana a través del tejado para evitar que pudieran convertirse en nuevos objetivos.
Se le atribuye el robo de 175 kilos de explosivos el pasado día uno en Grenoble. Anoche se temía que los usase para hacer explotar el edificio.