Jan van Aken, de La Izquierda, calificó de «medieval» la decisión de nombrar al escritor «persona non grata»
10 abr 2012 . Actualizado a las 06:56 h.Alemania cambió ayer el objetivo de sus críticas: dejó a un lado al vapuleado Günter Grass y apuntó a Israel por declarar persona no grata al premio nobel de literatura. El escritor se vio respaldado por una decisión que en Alemania se considera exagerada y poco democrática.
Jan van Aken, de La Izquierda, calificó de «medieval» la decisión de Israel y exigió a Angela Merkel que reclame a Benjamin Netanyahu que levante el veto a Grass. «Hablamos de la prohibición de que entre al país y no del contenido de lo que dice», dijo Renate Künast, de los Verdes. Grass calificó a Israel de «amenaza para la paz mundial», lo que le valió críticas en Alemania y el calificativo de antisemita.