La ultraderecha tumba al Gobierno conservador holandés

Fernando Heller LA HAYA / DPA

INTERNACIONAL

Robin Utrecht / EFE

El desacuerdo sobre los recortes que le exige la UE precipita la crisis

24 abr 2012 . Actualizado a las 06:56 h.

El Gobierno conservador de coalición de Mark Rutte apenas ha durado dos años. El primer ministro de Holanda presentó ayer la dimisión de su Gabinete a la reina Beatriz, tras el fracaso de las negociaciones sobre la reducción del déficit público con su aliado parlamentario de la ultraderecha. Rutte se convierte así en una nueva víctima de las políticas de austeridad implantadas en la UE.

El fracaso de las negociaciones para los recortes en el presupuesto en el 2013, con el objetivo de reducción del déficit para cumplir con las exigencias de Bruselas, han acabado con la corta vida del gabinete formado por los liberales del VVD de Rutte y los democristianos del CDA, que recibía apoyos indispensables del islamófobo Partido de la Libertad (PVV) de Geert Wilders.

Está previsto que hoy el primer jefe de Gobierno liberal del país desde 1918 acuda al Parlamento para dar más detalles de la situación y, quizás, posibles fechas para las próximas elecciones. También habrá un debate parlamentario sobre la crisis política abierta al naufragar el sábado las negociaciones sobre el presupuesto.

Tras aceptar la reina la renuncia se pondrá en marcha la maquinaria para poder celebrar nuevas elecciones, en torno a 80 días después.

En ese plazo, el Gabinete de Rutte estaría en funciones, ocupándose de las tareas de gestión indispensables del día a día, pero no podría someter ante el Parlamento ninguna ley ni tampoco medidas importantes como el plan de recortes necesario para que el país cumpla con su meta de bajar el déficit público.

Uno de los mayores temores es que con esta crisis de Gobierno, el país pueda perder su estatus crediticio del AAA, que comparte en la eurozona con Luxemburgo, Alemania y Finlandia. Hace unos días la agencia Fitch advirtió que si las negociaciones presupuestarias, bautizadas como «negociaciones de la Catshuis» por el nombre del recinto de La Haya donde se realizaban desde hacía casi siete semanas, fracasaban, la triple A del país peligraba.

El sábado la coalición de gobierno y la ultraderecha rompieron las negociaciones sobre el presupuesto del 2013. El Gobierno de Rutte anunció que necesita recortar cerca de 15.000 millones de euros para el 2013 con el fin de cumplir con la meta de déficit de, como máximo, el 3 % del producto interior bruto (PIB) fijada por Bruselas. Wilders se negó a aplicar recortes en partidas como la seguridad social o las pensiones «a costa de los ciudadanos», con lo cual torpedeó el acuerdo.

Graves consecuencias

Se trata de una crisis política de graves consecuencias para el país, apenas dos años después de las elecciones de junio del 2010. No obstante, el tiempo apremia. Holanda tiene como límite el próximo día 30 para enviar a Bruselas un plan detallado de cómo y dónde piensa recortar para cumplir con las metas. Según el CPB, un instituto de análisis estadísticos que asesora al Gobierno, la previsión de déficit de Holanda en el 2013 será del 4,5 % del PIB, lejos del establecido por la UE.

Rutte prometió a la Comisión Europea que, fuera cual fuera la situación, Holanda cumpliría con el objetivo del déficit. En ese sentido, Bruselas instó ayer a La Haya a que así lo haga, en bien del país.

La mayor parte de fuerzas políticas, entre ellos el VVD, el PVV de Wilders o los laboristas del PVDA desean la convocatoria de elecciones cuanto antes. Una de las fechas que se baraja es el 27 de junio, según el diario De Volkskrant. El líder del PVDA, Diederik Samson, fue más lejos y apostó por celebrar «cuanto antes» los comicios.