Dice que el presidente del BCE respalda su pacto de crecimiento
26 abr 2012 . Actualizado a las 07:02 h.François Hollande se siente reconfortado por las recomendaciones del presidente del Banco Central Europeo. El candidato socialista a la presidencia de Francia está dispuesto a abrir una discusión «firme y amistosa» con la canciller alemana Angela Merkel ahora que está claro que Europa no puede salir de la crisis sin estimular el crecimiento.
En una rueda de prensa con aires presidenciales, Hollande reafirmó su europeísmo, que pagó caro en su momento por apoyar el sí en el referendo sobre la abortada Constitución europea. No está por inscribir la regla de oro de limitación del déficit en la Carta Magna francesa sino por una ley orgánica que obligue a mantener el equilibrio financiero.
Consciente de que otros jefes de Gobierno europeos están pendientes de sus resultados del 6 de mayo para buscar alternativas al ajuste puro y duro que propugna Merkel, Hollande plantea cuatro puntos a renegociar en el tratado que «el presidente saliente firmó en Bruselas»: la emisión de eurobonos, el impuesto a las transacciones financieras, la apertura del Banco Central de Inversiones a la financiación y la movilización de los fondos estructurales congelados por la Comisión. Apuesta por hacer frente a la especulación, concentrarse en la economía real y mantener el equilibrio entre el sur de Europa, «que se siente abandonado», y el norte, «que no quiere pagar por el sur».
«Entre el cielo y el infierno está el purgatorio», sentenció Hollande para defender su vía alternativa a los rigores impuestos por Merkel y Sarkozy. «Alemania tiene que entender que será el crecimiento lo que resuelva el problema» y lo que permitirá atajar la subida del populismo en Europa. En ese sentido, dijo sentirse respaldado por el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
«Necesitamos un pacto de crecimiento. Tenemos que volver atrás y tener un pacto de crecimiento», dijo ayer en consonancia con el socialista galo.
Frente a la actitud de «separar y dividir» de Sarkozy, aquél se presenta como factor de reconciliación desde sus convicciones socialistas. «Mejor la constancia que la contradicción», aseguró al defender el abrir a los emigrantes no comunitarios el derecho al voto en las municipales. Una medida que será realidad en el 2013. Recordó que en el 2008, Sarkozy dijo estar «intelectualmente de acuerdo».
Hollande no cambiará sus propuestas pese a los más de seis millones de votos del Frente Nacional. Dice que su prioridad es el electorado de izquierdas, sin despreciar posibles apoyos de quienes tienen «miedo a perder su trabajo, su forma de vida». Y por eso mantiene su anuncio de iniciar la retirada de Afganistán al día siguiente de las elecciones.
«Alemania tiene que entender que será el crecimiento el que resuelva el problema»
François Hollande