«No puedo aceptar ningún resultado hasta no tener la certeza de que se respete el voto de los ciudadanos», asegura Andrés Manuel López Obrador
03 jul 2012 . Actualizado a las 10:35 h.El líder de la izquierda mexicana, Andrés Manuel López Obrador, afirmó hoy que las elecciones del domingo estuvieron «plagadas de irregularidades» y amenazó con impugnar los comicios si se mantienen los resultados conocidos hasta hoy.
En una rueda de prensa, López Obrador afirmó que no está dispuesto a aceptar un «resultado fraudulento» en los comicios, que le son desfavorables a la izquierda.
Sin embargo, cuando se le preguntó si las elecciones fueron un fraude, respondió: «Tenemos que tener los elementos, jamás hacemos una denuncia si no presentamos pruebas».
López Obrador, candidato presidencial de la izquierda, ofreció su rueda de prensa mientras los resultados preliminares de los comicios del domingo le daban un 31,7 por ciento de los votos, de acuerdo con los datos capturados del 98 por ciento de las actas de votación.
Estos datos, tomados de la información transmitida por las mesas de votación a partir de las actas, dan como virtual triunfador al aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, con el 38,1 por ciento.
Este resultado preliminar no tiene validez jurídica. El miércoles, en los 300 distritos electorales comenzará el cómputo oficial sumando los resultados de todas y cada una de las actas, y los partidos o candidatos pueden llegar a pedir que se vuelvan a contar los votos uno a uno en determinada sección.
En su rueda de prensa, López Obrador ignoró el resultado del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y afirmó que quedará pendiente exclusivamente del cómputo oficial de las actas en cada distrito, que empieza el miércoles.
Preguntado sobre si impugnaría las elecciones si los datos de ese cómputo oficial son los mismos del escrutinio preliminar conocido hasta ahora, fue tajante: «Si, sí las vamos a impugnar».
Pero también insistió en agotar todos los procesos legales antes de llegar a una conclusión final.
«Como se comprenderá, no puedo aceptar ningún resultado hasta no tener la certeza de que se respete el voto de los ciudadanos (...) Vamos a dar seguimiento a todo el proceso establecido por la ley», añadió.
En el 2006, cuando López Obrador perdió las elecciones presidenciales frente a Felipe Calderón con un pequeño margen del 0,56 por ciento, desconoció los resultados y se atribuyó la victoria en las urnas.
Convocó a sus simpatizantes a una permanente movilización en importantes puntos de esta capital, durante tres meses, unas protestas que desquiciaron a los habitantes de la ciudad e hicieron mella política en la imagen de López Obrador.
En su rueda de prensa de hoy, López Obrador denunció especialmente la supuesta compra de votos de parte del PRI.
«El candidato del PRI usó dinero a raudales, miles de millones de pesos, de procedencia ilícita y rebasó, por mucho, lo permitido por la ley», afirmó el líder de la izquierda.
«Si se limpian los votos que fueron comprados, ganamos con bastante margen. No podemos aceptar un resultado fraudulento», insistió.
Cuando los periodistas insistieron si estaba dispuesto a acatar los resultados del IFE y las decisiones de los tribunales electorales, se mostró esquivo: «No nos adelantemos, esperemos».
Mientras López Obrador ofrecía su rueda de prensa, en las calles de la capital se manifestaban decenas de miles de jóvenes agrupados por el movimiento #YoSoy132, que irrumpió con fuerza en la campaña electoral pidiendo más libertad, más democracia y mejor información en los medios de comunicación.
En la marcha, que se desarrolló de forma ordenada y pacífica, los participantes coreaban lemas como «Fuera Peña» y portaban pancartas con leyendas como «Prefiero morir de pie que vivir arrodillado ante Peña Nieto».