Los combates llegan al corazón de la capital, cerca de edificios oficiales
18 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El presidente sirio, Bashar al Asad, llevó una parte de sus fuerzas militares en el Golán, fronterizo con Israel, hacia Damasco y otras zonas del país para sofocar la rebelión, según reveló ayer el jefe de los servicios de inteligencia militar israelí, el general Aviv Kochavi. Kovachi estimó que Siria se está «iraquizando», con una fragmentación en sectores controlados por diferentes grupos militares o tribales y «una afluencia de militantes de Al Qaida y de la yihad mundial hacia Siria». A su juicio, el régimen «no sobrevivirá» y sus aliados, Hezbolá e Irán, «se están preparando» para la era posterior a Asad».
Según Efe, el Ejército sirio y los rebeldes libraron ayer intensos combates en Damasco y su periferia por tercer día consecutivos. Los enfrentamientos, que alcanzaron zonas del centro y las proximidades de edificios oficiales, se renovaron a primera hora de la mañana en distintos puntos después de que se oyera el impacto de proyectiles y bombas durante horas. Grandes columnas de humo negro cubren la capital, cuyo centro se había mantenido hasta ahora relativamente al margen del conflicto, y el sonido de los bombardeos del régimen reverbera en la distancia.
Los rebeldes dispararon contra puestos de control en la calle Bagdad y la plaza Sabe Bahrat, en pleno centro de la capital y escenario usual de protestas progubernamentales. Mientras, las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, bombardearon los barrios de Al Midan, en el sur, y de Kafr Suse y Al Qabun, en el oeste y norte. Según AFP, por primera vez, helicópteros militares entraron en acción en la madrugada del martes, ametrallando barrios hostiles al régimen. Los combates en Al Midan provocaron el corte durante un breve periodo de tiempo de la autopista que conecta la capital con el aeropuerto de Damasco y de la vía que conduce a Jordania, que ya estuvieron bloqueadas hace dos días por los mismos motivos.
En el plano diplomático, la jornada estuvo ocupada por la entrevista en Moscú entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el emisario internacional, Kofi Annan, para quien la situación en Siria es «inaceptable» y ha llegado a un «momento crítico». «Le puedo garantizar que haremos todo lo posible para respaldar sus esfuerzos», afirmó Putin. El encuentro se produjo en víspera de la presentación por las potencias occidentales de un nuevo proyecto de resolución que amenaza con sanciones al régimen.