Cientos de civiles huyen a Turquía de los bombardeos en Azaz
17 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La dimisión de Kofi Annan hace dos semanas había herido de muerte a la fracasada misión de observadores de la ONU en Siria -no logró ni rebajar la violencia- y solo se esperaba la estocada final que llegó ayer de manos del Consejo de Seguridad de la ONU. El organismo ordenó ayer el fin de la misión, Unsmis, que expira el domingo a medianoche. «La Unsmis se acaba (...) las condiciones no son las aptas para continuar» , informó el embajador francés, Gerard Araud. La presencia de la ONU en Damasco continuará con una oficina política.
Antes de la votación, el vicecanciller ruso, Guennadi Gatilov, hacía hincapié en que la salida de la ONU tendría consecuencias graves y negativas no solo para Siria, sino para toda la región. Por su parte, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, acusó a «algunos países» de no haber mostrado «suficiente compromiso» y pidió a las potencias internacionales junto con Arabia Saudí e Irán a discutir hoy la propuesta rusa para poner fin al conflicto.
La orden se dio un día después de que se diera un paso más en el aislamiento de la Siria de Bachar al Asad, tras la decisión de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) de suspender como miembro a Siria, pese a la negativa de Irán.
Los movimientos diplomáticos tienen lugar en medio del incremento de la violencia en Siria. El miércoles, el número de muertos fue de 172, entre ellos 122 civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Cuarenta muertos en Azaz
Cientos de personas echaron a andar hacia Turquía tras el bombardeo aéreo del miércoles contra Azaz, una ciudad rebelde de 70.000 habitantes cercana de la frontera turca. El ataque de un caza destruyó unas diez casas, según constató un periodista de la AFP. Human Rights Watch, que también acudió a la zona, contó más de 40 muertos, entre ellos muchas mujeres, y niños. La responsable humanitaria de la ONU, Valérie Amos, exigió acceso a los civiles tras elevar el número de desplazados internos a 2,5 millones de personas, según informa Efe.
Un comandante rebelde de Alepo amenazó con recurrir a Al Qaida para obtener ayuda si Occidente mantiene su negativa a proporcionar armas a los insurgentes sirios para combatir a la fuerzas de Bachar al Asad.
La crisis siria comienza a extenderse al Líbano después del secuestro de decenas de sirios por grupos armados chiíes, adversarios declarados de los rebeldes. El presidente libanés, Michel Suleiman, convocó una reunión de crisis.