Escalada bélica en el Líbano tras la muerte de un jeque suní

K. Seleme / S. Huseín BEIRUT, ALEPO / EFE, AFP

INTERNACIONAL

Un niño, herido en el bombardeo de su casa en Alepo por aviones del Ejército sirio.
Un niño, herido en el bombardeo de su casa en Alepo por aviones del Ejército sirio. ARIS MESSINIS < / span>AFP< / span>

La ONU cifra en más de 200.000 los sirios refugiados en países vecinos

25 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La violencia entre partidarios y detractores del régimen de Bachar al Asad en Trípoli, la mayor ciudad del norte del Líbano, reavivó ayer los temores a un contagio de la crisis siria, pese a los intentos de las autoridades de alcanzar una tregua.

Después de una relativa calma desde el miércoles, los combates se reanudaron con intensidad para dejar paso más tarde a la acción de los francotiradores entre los vecinos del barrio de Bab el Tabbaneh, de mayoría suní, y Yabal Mohsen, mayoritariamente alauí, secta chií a la que pertenece Al Asad. El detonante de los nuevos choques fue la muerte en la madrugada de ayer del jeque suní Jaled el Baradei, de 28 años, por los disparos de un francotirador.

Además del clérigo, fallecieron otros dos hombres, que habían resultados heridos el jueves, por lo que el número de víctimas desde el comienzo de los choques el lunes son ya los 15 muertos y 146 heridos.

«Está claro que los pro sirios no quieren detener los choques y por eso se dedican a la caza del hombre y a los bombardeos nocturnos. Hacen todo lo que está a su alcance para que la situación degenere», dijo Ahmad Fatfat, diputado residente en Trípoli. Fatfat se mostró muy pesimista, ya que «si no detienen ahora esta situación y se instaura el alto el fuego, la situación se deteriorará y será muy difícil después lograr una pacificación».

En Siria, decenas de cuerpos de personas ejecutadas han sido descubiertos en 24 horas. Estos hallazgos macabros se multiplican sin que los rebeldes puedan identificar a las víctimas. Alepo sufrió nuevos bombardeos, que tuvieron como objetivo esta vez varios colegios y barrios residenciales. En Al Mayadin, en el este, los ataques de helicópteros y cazas Mig 23 dejaron 30 muertos, según los activistas.

El agosto más sangriento

Al menos 4.000 personas han muerto y unos 200 cuerpos no identificados fueron hallados en Siria en lo que va de agosto, el mes más mortífero desde el comienzo de la revuelta en Siria en marzo del 2011, «Incluso antes de haber terminado, agosto es el mes más mortífero, con la muerte de más de 3.000 civiles armados o no, de 918 soldados y de 38 desertores».

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), informó de que más de 200.000 sirios han huido a países vecinos. Hace unas semanas las organizaciones humanitarias habían calculado que hasta finales de este año huirían unos 185.000. Sin embargo, en las últimas semanas, más de 3.500 sirios cruzaron la frontera.

En día y medio llegaron a Turquía 3.518 sirios, elevándose a más de 78.000 los refugiados. Ankara fijó un límite de 100.000 y exigió establecer campamentos en la frontera siria.