La campaña presidencial del 2012 está recibiendo multitud de apelativos: reñida, sucia, larga? pero hay uno que destaca sobre todos: cara o más bien carísima. La más cara de la historia. Las cifras que se manejan sobre fondos recaudados, cuando aún no ha concluido, son de infarto.
La semana pasada, los demócratas anunciaron que habían conseguido superar los 1.060 millones de dólares (819 millones de euros). Los republicanos le iban a la zaga con la llegada a sus arcas de 954 millones. No hay duda de que los candidatos llegarán al 6 de noviembre habiendo gastado cada uno más de mil millones de dólares. Indiscutiblemente, el político que pierda no podrá achacar su derrota a la falta de fondos.
Que las cuentas de ambos políticos, las propias de sus campañas y las de los grupos -los superPacs- que los apoyan hayan recibido tal cantidad de dólares ha sido posible gracias a que ambos se abstuvieron de pedir fondos públicos para poder recaudar sin cortapisas entre donantes privados, como le exige la legislación actual.
El primer candidato que renunció a la financiación pública fue Barack Obama en la campaña del 2008. Entonces, ya batió el record de recaudación al reunir más de 700 millones de dólares, más del doble de dinero que manejó su rival republicano, John McCain.
Unos 1.700 millones
Los dos candidatos han conseguido directamente, hasta la semana pasada, 1.700 millones de dólares. A los que hay que sumar los casi 300 millones logrados por los diferentes SuperPacs que los apoyan. En el caso de Obama, como ocurrió en el 2008, una gran parte del dinero proviene de pequeños donantes. Según datos de su campaña, desde abril del 2011 han recibido dinero de más de 4,2 millones de personas. El 98 % de las donaciones fue de menos de 250 dólares. Pero en el 2 % que da más hay grandes fortunas, corporaciones, empresarios y, esto sí que es exclusivo de la campaña de Obama, sindicatos.
George Soros, por ejemplo, ha donado más de un millón a Obama; el empresario de medios de comunicación de Chicago, Fred Eychaner, dos millones y el magnate de la construcción de Florida, Franklin Haney, otro millón. También ha recibido muchos fondos de los empresarios de Silicon Valley.
A Romney le ha ido mejor con Wall Street, aunque los mayores donantes de su campaña han sido Sheldon Adelson, el impulsor del proyecto Eurovegas en España, que ha donado a los republicanos más de 20 millones; el empresario del petróleo de Tejas, T. Boone Pickens, en cuya figura estaba basado el personaje de JR de la serie Dallas; y los millonarios, también tejanos, Bob Perry y Harold Simmons.