El cuerpo de Yaser Arafat será exhumado en noviembre para investigar las causas de su muerte
INTERNACIONAL
Un estudio halló indicios de envenenamiento en el cuerpo del «rais» palestino
30 oct 2012 . Actualizado a las 20:51 h.El cuerpo del histórico líder palestino Yaser Arafat será exhumado en Ramala a finales de noviembre, indicó hoy a Efe el abogado de su viuda, Suha Arafat, que había solicitado esa medida tras el hallazgo de indicios que apuntan que podría haber sido envenenado.
El letrado Pierre-Olivier Sur confirmó hoy que los jueces franceses han dado el visto bueno a la exhumación y que un equipo de investigadores criminales franceses viajará hasta esa ciudad para llevarla a cabo, pero no precisó las fechas del desplazamiento.
La viuda pidió la exhumación en julio, después de que la cadena Al Yazira emitiera un reportaje exclusivo sobre la muerte del antiguo líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en el que se concluía que pudo morir envenenado con polonio 210, una sustancia altamente radiactiva encontrada en sus objetos personales.
Suha Arafat justificó su petición de exhumar el cadáver ocho años después de la muerte para practicarle una autopsia porque aseguró que en un principio pensó que los análisis que le habían hecho a su esposo eran correctos.
La investigación difundida por el canal catarí, según declaró en agosto en una entrevista concedida al diario francés «Le Figaro», fue «clave» a la hora de buscar la verdad y de reclamar nuevas pruebas y que se desclasifiquen los informes médicos.
Al Yazira encargó sus análisis al Instituto de Radiación Física de Lausana (Suiza), y miembros de ese laboratorio fueron invitados en julio a participar en la eventual exhumación por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que les ofreció ser parte del proceso antes incluso de que se conociera la autorización judicial.
Los rumores del supuesto envenenamiento existían desde que el líder palestino abandonara la Muqata con dirección a un hospital en París en noviembre de 2004, donde falleció poco después, y la investigación de Al Yazira no hizo sino reabrir las sospechas.
Israel, por su parte, ha negado desde entonces las alegaciones de que Arafat murió envenenado, y las considera un complot para tratar de involucrar a sus servicios secretos en su muerte.