El choque entre Ahmadineyad y Lariyani lleva a la cárcel a un exfiscal
06 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El enfrentamiento político entre el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, y el presidente del Parlamento del país, Alí Lariyani, ha llevado a la cárcel al ex fiscal general de Teherán. Said Mortazavi fue detenido el lunes y trasladado a la prisión de Evin, sin que se haya explicado el motivo, aunque tiene un caso abierto por la tortura y muerte de varios detenidos durante las manifestaciones del 2009. Mortazavi, un aliado cercano de Ahmadineyad, ha estado en el centro de un creciente enfrentamiento entre el presidente y sus rivales conservadores en el Parlamento, cuando faltan apenas cuatro meses para las elecciones presidenciales.
Su detención se produjo justo después de que Ahmadineyad presentara un vídeo en el Parlamento que mostraban a Fazel Lariyani, hermano del presidente del Legislativo, pidiendo dinero a Mortazavi a cambio del apoyo político de los dos hermanos frente al acoso judicial y por parte del Parlamento.
Alí Lariyani negó cualquier vínculo con la cinta y no dudo en enzarzarse en una verdadera guerra dialéctica de acusaciones y contraacusaciones con Ahmadineyad que remató diciendo que el controvertido presidente «actúa por sus caprichos personales y no de acuerdo con la ley.»
Lariyani, un protegido del líder espiritual, el ayatolá Alí Jamenei, fue el gran derrotado en las elecciones del 2005 por un prácticamente desconocido Ahmadineyad. Desde entonces, él y sus hermanos han hecho todo lo posible para acabar con la influencia del presidente en el país. Fazel y Alí son también hermanos del jefe del poder judicial, Sadeg, y del presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Mohammad Javad.
Un clan temido
Este verdadero clan iraní escaló en política desde sus tiempos de estudiantes de secundaria durante el régimen del sha de Persia. En el instituto de Teherán al que acudían eran conocidos por ser los principales delatores de sus compañeros ante las autoridades académicas y la policía. «Cualquiera que les cayera mal se enfrentaba a ser expulsado, y si tan solo sospechaban que habías hecho algo que ellos pensaran que era contrario a las buenas costumbres, no dudaban en inventarse una historia y llevarte a la policía. Eran temibles», contó a La Voz Issa M. compañero de estudios de los Lariyani en la capital.
Ahora, el nombre de Alí Lariyani vuelve a sonar con fuerza para las elecciones, a las que Mahmud Ahmadineyad no puede presentarse a un tercer mandato, y es previsible que no quiera dejar cabos sueltos para asegurarse el triunfo.
El presidente, por su parte, confía en colocar en el puesto a su consuegro y hombre de confianza, Esfandiar Mashaei. Este es visto en Irán como un «nacionalista religioso» y es un gran impulsor de ideas renovadoras que ensalza el pasado preislámico de Irán, lo que le ha granjeado la enemistad de la élite religiosa ultraconservadora.