La estabilidad del euro y la incidencia que pueda tener en las políticas de austeridad son motivos de gran preocupación en toda la eurozona. Algunos medios hablan de nuevas elecciones
26 feb 2013 . Actualizado a las 12:19 h.Los países europeos observan con preocupación la nueva situación política en Italia que, según los resultados de las elecciones celebradas ayer y el domingo, se ve abocada a la incertidumbre y la ingobernabildad.
La incertidumbre es tal que en Alemania hay medios que hablan de la posibilidad de que se celebren nuevas elecciones, tal y como dice el semanario Der Spiegel, que afirma que el resultado de los comicios «hacen el país ingobernable». «Gobiernan el populismo, los gritos y la mentira» titula el diario Süddeutsche Zeitung. La estabilidad del euro y la incidencia que pueda tener en las políticas de austeridad son motivos de gran preocupación en toda la eurozona. El diario Süddeutsche Zeitung afirma que «los comicios italianos han dado una lección especial a todos los que participan en la crisis del euro: quien duda, pierde; quien regatea es castigado, medias tintas no valen. Los electores italianos han dejado un simple mensaje en las urnas: no lo hemos entendido». «No se les puede insultar, viven en un clima que fomenta las verdades a medias y convierte la sátira en razón de Estado», dice el diario.
El Frankfurter Allgemeine afirma que «rara vez se ha visto que un país sumido en una profunda crisis se vea dominado por tanto barullo espectacular» y señala a Grillo y Berlusconi como los responsables de la «ingobernabilidad del país». «La mitad de los italianos ha votado a listas que se han presentado como antieuropeas de manera agresiva. Esto, no solo para Italia, es una señal de alarma», dice el diario.
En el Reino Unido, la preocupación por el futuro económico de la eurozona viene reflejada en el diario Financial Times, que resalta que los italianos han dicho «basta» a las medidas de austeridad, debido al descenso de los salarios y las pensiones y el fuerte aumento del desempleo. Para el Financial, Italia está en dificultades por lo que ya es la recesión más larga desde la II Guerra Mundial, y hay dudas sobre la capacidad del país para cumplir con las medidas presupuestarias.
El diario The Guardian dice que el punto muerto en el que se encuentra Italia hace «temblar» a los países de la eurozona y hace temer que el programa de austeridad de Mario Monti, el primer ministro tecnócrata italiano, quede «paralizado». Según The Guardian, los líderes europeos miran los comicios en Italia con «ansiedad» y preocupación por la estabilidad del euro. «Temor para la eurozona», titula The Times, y agrega que el resultado de los comicios «amenaza la estabilidad de la eurozona».
En Francia, el diario Libération habla de «fractura a la italiana: una izquierda claramente victoriosa en la Cámara y sin mayoría en el Senado, se encuentra de nuevo en una situación frágil e ingobernable». El vespertino Le Monde indica que Italia se encuentra en un «callejón sin salida» y subraya que «el único ganador verdadero es Beppe Grillo y su Movimiento 5 Estrellas (M5S), que ha sabido seducir sobre el sufrimiento y el rechazo a la clase política, la cólera contra la austeridad, y la desconfianza hacia Europa».
En Alemania, blanco de las críticas de Silvio Berlusconi durante la campaña electoral, se ceban también con la figura no sólo del político de centroderecha, sino también en la del cómico Bepe Grillo. El diario Süddeutsche Zeitung dice que «no hemos entendido el simple mensaje de los votantes italianos en las urnas. Dos cómicos se han presentado a los comicios y son premiados por sus gritos calumniosos: Silvio Berlusconi y Pepe Grillo ¿como ha podido suceder?».
Die Welt afirma que «Italia apuesta por el teatro de ilusiones» y «da miedo que ese cómico (Berlusconi) no haya sido castigado por el electorado» por sus promesas incumplibles. El hecho de que sus «absurdos no fueran castigados ofrecen una pésima perspectiva sobre un país que necesita una renovación total», dice. Subraya además que «ha funcionado un rechazo infantil a reconocer la realidad. Tras los meses de pan negro bajo Mario Monti, los italianos ansían un teatro de ilusiones».