Grillo recula tras la brecha en su grupo e indulta a los díscolos

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Berlusconi amenaza con protestas si la izquierda logra la presidencia italiana

19 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde su blog, Beppe Grillo tuvo ayer que dar marcha atrás a las amenazas de expulsión a los senadores de su Movimiento 5 Estrellas que apoyaron al candidato del Partido Democrático a la presidencia del Senado italiano, Pietro Grasso, el pasado sábado. «El M5E no puede caer en estas trampas», aseguró mientras avisaba que «no se puede desatender un contrato». La marcha atrás se produce tras las confesiones de tres de los senadores que reconocieron haber votado por Grasso, aunque se cree que podrían ser 14 los «desobedientes».

La elección entre el candidato del PD, el fiscal antimafia Pietro Grasso, y el del Pueblo de la Libertad, Renato Schifani, puso a prueba al M5E y provocó una reñida discusión en sus filas. Mientras algunos senadores preferían el voto en blanco, los sicilianos temían facilitar la elección de Schifani, el candidato de Silvio Berlusconi sospechoso de contactos con la Mafia. Y optaron por apoyar al propuesto por Pier Luigi Bersani, lo que provocó la primera brecha en el M5E, que ayer tuvo que reconducir su líder.

Para Beppe Grillo, se ha tratado de un engaño porque era «una elección imposible. Se trataba de decidir entre la peste bubónica y un fuerte resfriado».

Grillo, que ha hecho firmar a sus parlamentarios un código de comportamiento, les ha recordado que en el punto Transparencia dice que «las votaciones se deciden por mayoría entre los parlamentarios de M5E» y hay que «mantener la palabra dada por una cuestión de coherencia y respeto hacia los electores».

La brecha en el M5E aumenta las esperanzas de Bersani de lograr una mayoría en el Senado para formar Gobierno. «Hay gente que empieza a entender que queremos un cambio de verdad», dijo. Pero los tránsfugas del M5E no serían suficientes. Para ser primer ministro, Bersani tiene que conquistar casi 40 senadores. La mayoría en el Senado es de 158 escaños, y PD y sus aliados ecologistas (SEL) solo tienen 125. Grillo cuenta con 57, pero es muy difícil que dos tercios de estos se dejen convencer.

Las elecciones de Grasso para el Senado, y de la exportavoz del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados en Italia, Laura Boldrini, para presidir la Cámara baja tampoco fueron bien acogidas en Pueblo de la Libertad, que ayer nombró a los jefes de sus grupos parlamentarios: Renato Brunetta y Renato Schifani. En la cita, Berlusconi amenazó con manifestaciones y protestas «en el Parlamento y en las calles» si también la izquierda se impone en la presidencia del país. Se quejó de que la Cámara baja quede en manos de «la extrema izquierda», y de que la presidencia del Senado «haya ido a un fiscal, contra lo que piensa el 37,7 % de los ciudadanos preocupados por la magistocracia».

Desde mañana, el presidente Giorgio Napolitano abrirá las consultas con los partidos para nombrar primer ministro. Si la situación sigue en tablas, Italia podría volver a votar en breve.