Boris Berezovsky murió ahorcado

gabriel fraga LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

27 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El primer examen sobre la misteriosa muerte del magnate ruso Boris Berezovsky apunta a que murió ahorcado. Fuentes de la policía británica han revelado además que no se encontraron signos de violencia en el cuerpo. A falta de las pruebas toxicológicas, cuyos resultados aún tardarán unas semanas en ser conocidos, todo parece apuntar a que el oligarca se habría suicidado abrumado por la magnitud de sus reveses financieros. No obstante, su exmujer y un grupo de allegados cuestionan la versión policial y creen que fue asesinado.

Han pasado ya cuatro días desde la muerte y, pese a que las autoridades apuntan al suicidio, la palabra asesinato fluye de boca en boca en los mentideros de Londres y Moscú. Nikolai Gluskow, amigo de Berezovsky, dijo al períodico The Guardian que la versión oficial, la del suicidio, es una «burda mentira». Según informaciones publicadas en este diario británico, la exmujer del oligarca ruso, que llegó a ver el cuerpo sin vida al lado de una especie de bufanda, presumiblemente la herramienta con la que se quitó o le quitaron la vida, está convencida de que fue asesinado.

Cuando se trata de enemigos del Kremlin las sospechas de este tipo nunca son descabelladas, como prueba el caso de Alexander Litvinenko, otro exiliado que murió envenado con plutonio. Berezovsky era de hecho uno de los testigos principales en la investigación que Scotland Yard lanzó sobre la muerte de Litvinenko y cuyo resultado verá la luz el próximo mes de octubre.

La teoría más inverosímil viene de Moscú. Sergei Markov, un consejero de Putin, ha sugerido que Berezovsky pudo ser asesinado por el servicio secreto británico, que temía que regresase a Rusia para airear los planes de Occidente para acabar con la vida del presidente ruso.

La investigación judicial o «inquest», como se la conoce en el derecho británico, comenzará hoy. En su transcurso serán llamados a declarar testigos y personas cercanas al oligarca fallecido.