Será un mero trámite, ya que los partidos continúan sus negociaciones para elegir a un posible candidato tras los fracasos de Franco Marini y Romano Prodi
20 abr 2013 . Actualizado a las 12:56 h.El Parlamento italiano en su sesión conjunta inició hoy la quinta votación para elegir al próximo presidente de la República, aunque esta será un mero trámite, ya que los partidos continúan sus negociaciones para elegir a un posible candidato tras los fracasos de Franco Marini y Romano Prodi.
La jornada estará marcada por el caos total en el que se encuentra el Partido Demócrata (PD) después de que de su líder, Pier Luigi Bersani, anunciase que presentará su dimisión ante las divisiones internas que se mostraron en las votaciones para elegir al jefe de Estado.
Por ello el PD se decantará hoy por votar en blanco, aunque se prevé que algunos parlamentarios de esta formación puedan dar su voto al jurista Stefano Rodotá, el candidato que continúa defendiendo el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo.
A última hora, Elección Civica, del presidente del Gobierno en funciones, Mario Monti, decidió votar también en blanco mientras que ayer había dado su preferencia por la ministra del Interior, Anna María Cancellieri.
La decisión de Monti responde a una estrategia para «no quemar» la candidatura de Cancellieri en estas votaciones de trámite, mientras se buscan los consensos tanto del centroderecha como del centroizquierda para que pueda ser elegida en las próximas votaciones.
Mientras que Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi, quien mantuvo durante la noche una reunión con Monti, optará por no participar en la votación.
Los socios del PD, Izquierda, Ecología y Libertad, de Nichi Vendola, han anunciado que a partir de hoy votarán al candidato del M5S el jurista Rodotà.
Aunque Rodotá no podrá ser elegido ya que, aunque a partir del cuarto escrutinio es necesaria la mayoría absoluta (504 votos), no podrá alcanzar este quórum.
En Italia aseguran que la elección del nuevo Jefe de Estado puede necesitar varios días más, y recuerdan los casos de presidentes como Giovanni Leone, que necesitó 23 votaciones, o Sandro Pertini y Oscar Luigi Scalfaro, elegidos tras 16.
A esta situación se ha llegado debido a que las divisiones en el centroizquierda han hecho imposible elegir como jefe de Estado a los dos candidatos que había presentado, primero Franco Marini y después Romano Prodi.
El líder del PD fracasó una primera vez cuando presentó la candidatura del exsindicalista Franco Marini y una gran parte de los miembros del centroizquierda decidieron no votarla como protesta a la decisión de Bersani de pactar este nombre con el «odiado» Berlusconi.
Después se decidió que una buena opción era el ex primer ministro y expresidente de la Comisión Europea Romano Prodi, pero éste consiguió solo 395 votos, 101 sufragios menos de los que reúne la coalición de centroizquierda.