Irán rechaza la candidatura del opositor Rafsanyani

nolo mariño DUBÁI / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El Consejo de Guardianes de la Revolución ha aceptado los nombres de ocho presidenciables, todos ellos conservadores

22 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Consejo de Guardianes de la Revolución de Irán ha rechazado las candidaturas de los opositores Ali Hachemi Rafsanyani y Esfandiar Mashaei a las elecciones presidenciales del 14 de junio. El Consejo, que es una cámara no electa y que supervisa directamente el líder supremo, ya ha decidido los nombres de los ocho presidenciales que han superado su veto.

Entre ellos está el jefe de las negociaciones nucleares, Said Yalili; al alcalde de Teherán, Mohamed Qalibaf; y el ex ministro de Exteriores Ali Akbar Velayati. Todos ellos destacados políticos conservadores leales al líder supremo, Alí Jamenei. Tanto Qalibaf como Velayati anunciaron que se retirarían de la carrera electoral si Yalili conseguía pasar la criba.

La elección de estos ocho candidatos es fundamental para que las próximas elecciones no produzcan sorpresas inesperadas y pongan en riesgo el estamento de la República Islámica como sucedió en el 2009. Entonces una gran mayoría de los iraníes denunciaron como fraude electoral la reelección de Mahmud Ahmadineyad. Varias decenas de personas murieron en la represión policial durante las manifestaciones que siguieron a los comicios.

Las candidaturas presentadas por Rafsanyani y Mashaei han hecho saltar la alarma del Consejo por distintos motivos. El antiguo presidente, enfrentado por el liderazgo moral de la República Islámica con Jamenei, se alineó de forma pragmática con el campo reformista en el 2009 tras haber sido derrotado en las elecciones anteriores por Ahmadineyad.

En una maniobra palaciega, al más puro estilo maquiavélico iraní, el secretario del Consejo de Guardianes aseguró la semana pasada que a partir de cierta edad no se está en condiciones para ejercer la presidencia, en alusión directa a los 78 años de Rafsanyani. No deja de ser irónico que el propio ayatola Jomeini tuviera 77 cuando puso en marcha la Revolución Islámica, una tarea bastante más ardua que la de ser presidente.

En cuanto a Mashaei, consuegro de Ahmadineyad, está demasiado ligado a este ideológicamente y se percibe entre la élite conservadora como un candidato del continuismo populista de su mentor político que tanto irrita al líder. Fue el propio Jamenei quien lo depuso de vicepresidente apenas una semana después de su nombramiento por Ahmadineyad en el 2009.