El moderado Rohaní desbanca del poder a los conservadores iraníes

Cyril JULIEN TEHERÁN / AFP, EFE

INTERNACIONAL

ABEDIN TAHERKENAREH

La movilización de los desencantados da la victoria al clérigo reformista

16 jun 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

El clérigo moderado Hasán Rohaní consiguió ayer lo que hasta hace un par de meses parecía inimaginable: el regreso de un reformista a la Presidencia de Irán y el fin de ocho años de poder ejecutivo conservador.

«Esta victoria es la de la inteligencia, de la moderación, del progreso (...) sobre el extremismo», afirmó en un mensaje Rohaní tras conocerse su victoria electoral. Tras dos mandatos de Mahmud Ahmadineyad, soplarán nuevos vientos en la política de la república islámica, aunque sin significar una ruptura dado que los asuntos estratégicos, como el plan nuclear o las relaciones internacionales, están bajo autoridad directa del guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei.

El éxito inesperado de Rohani se la debe a la alta participación, cifrada en el 72,17 %, y a la movilización de los reformistas desencantados, reacios a votar tras las presidenciales del 2009, cuando las denuncias de fraude y las protestas fueron sangrientamente reprimidas. «Felicitó al pueblo y al presidente electo», escribió en su web Jamenei, al saludar la elección de Rohaní como presidente.

El candidato de consenso de los sectores moderado y reformista -tras la retirada del candidato Mohamed Reza Aref y el apoyo del líder de los reformistas Mohamad Jatami- obtuvo 18,6 millones de votos (50,68 %) en la primera vuelta de los comicios disputados el viernes frente a cinco candidatos conservadores. Superó por holgado margen a los conservadores. El alcalde de Teherán, Mohamed Bagher Qalibaf (6,07 millones); el actual jefe de los negociadores del programa nuclear, Said Yalili (3,17 millones), y al exjefe de los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite del régimen, Mohsen Rezai (3,08 millones).

El ganador defiende una mayor flexibilidad en el diálogo con las potencias occidentales. Durante la campaña, mencionó la posibilidad de una negociación directa con EE.UU. En su primer mensaje pidió a Occidente «el reconocimiento de los derechos» de Irán para obtener a cambio «una respuesta apropiada», aludiendo a las negociaciones nucleares.