El presidente Hamid Karzai anunció el traspaso definitivo en medio de un nuevo atentado terrorista
18 jun 2013 . Actualizado a las 17:55 h.El presidente afgano, Hamid Karzai, ha anunciado hoy el traspaso definitivo de las fuerzas de seguridad a los organismo locales. El anunciamiento se ha visto enturbiado por causa de un nuevo atentado talibán perpretado en Kabul y que ha costado la vida de tres civiles.
Tal operación de traspaso nacido en el 2011 se ve finiquitada ahora con el relevo gradual de las tropas propias de la OTAN en las provincias más conflictivas del estado: Kandahar, Nangarhar, Khost y Paktika; provincias con gran presencia de la etnia pastún, en la que se integran los talibanes.
Las tropas ISAF, según Rasmussen, aunque hayan delegado el control a la Policía y Ejército afganos; no abandonarán por completo el país. Su intención a partir de ahora será la de acometer tareas de apoyo, asesoramiento y formación de nuevas generaciones de fuerzas de seguridad afgana.
A pesar de esta trasferencia de poder, la seguridad en las calles afganas queda muy lejos de conseguirse. Con las tres víctimas de hoy el recuento de muertos por ataque terrorista asciende a 2.499, de los cuales un 74% se atribuyen a la acción talibán.
La guerra afgana se encuentra en el período más sangriento tras la irrupción americana, allá en el año 2001, y la consecuente caída del régimen talibán, que había gobernado el país desde 1996.
Por este motivo, el Jefe de Comisión de la Transición, Ashraf Ghani Ahmadzai, ha admitido el temor de algunos a que llegue 2014, pues consideran que podría ser el año de la reconquista del poder por los talibanes. Aunque, por otra parte, también lo considera «como una oportunidad» para mostrar la valía de las «sacrificadas» fuerzas afganas.
Hamid Karzai aprovechó, además, para implorar al nuevo primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, que «tome los pasos necesarios y elimine los santuarios talibanes» que aún permanecen en su región. Con este acto Kabul se une a Washington en el inculpamiento a Paquistán de mantener, en facciones fronterizas, diversos núcleos terroristas talibanes.