Estados Unidos anunció que participará en las conversaciones directas de paz con los talibanes después de más de diez años de guerra en Afganistán. Los representantes de Washington comenzarán esta misma semana a reunirse en Doha, capital de Catar, donde los talibanes han abierto una oficina para iniciar las negociaciones con el Gobierno afgano.
«Estados Unidos tendrá su primera reunión formal con los talibanes, de hecho será su primera reunión con ellos en varios años, en un par de días en Doha», dijeron altas fuentes oficiales bajo condición de anonimato a periodistas en Washington. La Administración Obama insistió en aclarar que tendrá un papel de apoyo en esos diálogos de paz, porque «son negociaciones entre los afganos, no conversaciones entre Estados Unidos y los talibanes».
Antes de acordar abrir las negociaciones, representantes del movimiento talibán negociaron en secreto en Noruega.
Aún se desconoce la localización de la oficina en Catar y la fecha del inicio de las conversaciones. La participación en el diálogo de los talibanes y otros grupos insurgentes está condicionada a que esas organizaciones «rompan sus vínculos con Al Qaida, pongan fin a la violencia y respeten la Constitución de Afganistán, incluidos los derechos de las mujeres y las minorías», según los funcionarios estadounidenses. Sin embargo, admitieron que el nivel de confianza entre el Gobierno de Kabul y los talibanes es muy bajo y que continúa la lucha armada en ese país, por lo que no hay garantías de que haya progresos rápidos en las negociaciones.
Traspaso del control
El presidente Hamid Karzai había informado horas antes del inicio del traspaso definitivo de la seguridad a las fuerzas afganas en medio de una nueva demostración de fuerza talibán con un ataque en Kabul que costó la vida a tres civiles.
«Es un día importante para los esfuerzos en marcha encaminados a alcanzar la paz en Afganistán», dijo un alto cargo de la Administración Obama.