El vicepresidente del Senado de Italia se disculpa por los insultos a la ministra, pero no dimite

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

17 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El vicepresidente del Senado italiano, Roberto Calderoli, sigue en sus trece y rechazó ayer dimitir tras el escándalo provocado por sus insultos a la ministra Cecilie Kyenge a la que comparó con un orangután. «Habría estado dispuesto a dimitir si la mayoría de las fuerzas políticas me lo hubieran pedido», explicó para pedir disculpas ante una cámara alta profundamente dividida entre quienes exigían su dimisión y quienes lo defendían. Entre estos no solo estaban sus compañeros de Liga Norte, sino una buena parte del Pueblo de la Libertad (Pdl). «No me cuesta nada definir mis declaraciones como equivocadas y ofensivas, por las que el presidente Napolitano se ha enfadado. También con él me excuso», dijo Calderoli, que reconoció haber hecho «una tontería».

Las disculpas presentadas en el Senado no parecen ser suficientes para el jefe del gobierno Enrico Letta, que sigue insistiendo para que el secretario de la Liga Norte, Roberto Maroni, tome medidas más severas. Según la presidencia del gobierno, «el caso no está cerrado. El patinazo es el de un líder que no es capaz de obligar a Calderoli a dimitir como vicepresidente del Senado», añadiendo que de esta manera «Maroni es partícipe del insulto a la ministra Kyenge». Maroni, sin embargo, dijo a varios periodistas que la cuestión ya está zanjada.

Tras días de silencio, en la polémica participó también Beppe Grillo, que arremetió contra el senador calificando sus palabras de «broma racista de borracho de bar». Grillo extendió sus ataques al resto de formaciones asegurando que «Calderoli no es vicepresidente del Senado por casualidad. Lo votaron Pdl y PD, y Capitán Findus Letta no hizo ninguna objeción en su momento».

En medio de la tormenta, la única que parece no perder la calma es Cecile Kyenge: «no quiero pronunciarme», dijo. «Es una responsabilidad política institucional y no quiero que este sea un caso personal».

Mientras tanto, sobre el caso de la expulsión de la refugiada kazaja, la UE ha solicitado información a las autoridades italianas. En Italia ya ha caído la cabeza del jefe del gabinete del ministro del Interior, Angelino Alfano, quien aseguró en Parlamento que no había sido informado de la expulsión.