El exmagnate critica la decisión del Supremo ruso, tachada de «burla» por los activistas de los derechos humanos
06 ago 2013 . Actualizado a las 22:33 h.El exmagnate del petróleo Mijail Jodorkovski, el preso más famoso de Rusia, saldrá en libertad en agosto del próximo año después de que el Tribunal Supremo ruso redujera hoy su condena solamente en dos meses y dejara prácticamente cerrado el caso. El Tribunal Supremo de Rusia dejó la condena en 10 años y 10 meses para el exmagnate y su socio Lébedev en respuesta a un recurso presentado por la defensa, pero rechazó anular la sentencia de 11 años de prisión que pocos meses antes había establecido para los dos empresarios un tribunal de Moscú, informaron las agencias rusas.
En diciembre del año pasado, el Tribunal Municipal de Moscú decidió rebajar de 13 a 11 años la pena dictada en el 2010 contra los dos socios de la petrolera Yukos por el robo de 200 millones de toneladas de petróleo a su propia empresa y blanqueo de dinero. Sin embargo, la Fiscalía de Rusia había anunciado que recurriría esa reducción de pena, por lo que no estaba claro que los empresarios fueran a recuperar su libertad el año que viene. «Pido al Tribunal Supremo anular esta sentencia jurídicamente improcedente. Considero que sería una vergüenza que el Supremo la ratifique», dijo Jodorkosvki, quien compareció en la vista del recurso por videoconferencia.
El padre del que fuera uno de los hombres más ricos de Rusia, Borís Jodorkovski, lamentó la decisión del Supremo de no anular la sentencia: «Dos meses (de reducción), me da vergüenza por este país. Esperaba una respuesta justa, pero no lo fue». La madre del exmagnate, Marina Jodorkóvskaya, reconoció que no esperaba una decisión que dejara en libertad inmediata a su hijo. «No había esperanza. Nada ha cambiado en el país. El Tribunal Supremo hace lo que le mandan los de arriba», dijo la progenitora del hombre al que muchos, sobre todo en Occidente, califican de preso político.
La veterana defensora de los derechos humanos rusa Ludmila Alexéyeva calificó de «burla» la reducción de condena y lamentó que la reciente sentencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, que observó arbitrariedad en el primer proceso penal contra el empresario, no cambiara la perspectiva de la Justicia rusa. Jodorkovski «se ha convertido en un verdadero líder para los estratos progresistas de la sociedad rusa y por eso el Estado le tiene miedo y continúa manteniéndolo en prisión de manera vergonzosa y cruel», apuntó la presidenta de la ONG Grupo de Helsinki de Moscú. Activistas de derechos humanos, opositores y cancillerías occidentales tachan de políticos tanto los dos procesos contra ambos empresarios como la operación de acoso y derribo contra su compañía Yukos, cuyos activos fueron expropiados y cedidos a la estatal Rosneft, que se ha convertido en la mayor petrolera del mundo.
Lébedev y Jodorkovski, que financiaba grupos de la oposición política, consideran que su caída en desgracia, su encarcelamiento, así como el desmantelamiento de Yukos, fue una maniobra política del presidente ruso, Vladímir Putin. En su momento, el líder del Kremlin se mostró dispuesto a liberar a Jodorkovski, pero sólo si éste solicitaba un indulto presidencial, lo que el magnate siempre ha descartado por una cuestión de principios. Al mismo tiempo, el presidente ruso también ha dicho en más de una ocasión que el expropietario de Yukos podría estar implicado en delitos de sangre, por lo que no parece nada seguro que Jodorkovski goce de una vida tranquila una vez que salga de prisión.
La televisión estatal rusa Rossiya emitió a finales del pasado mes de junio un programa especial sobre el asesinato en 1998 de Vladímir Petujov, entonces alcalde de Nefteyugansk, la ciudad siberiana donde estaba la sede de la compañía petrolera de Jodorkovski. El reportaje, emitido en el 15 aniversario del asesinato, recordaba la confrontación pública entre Petujov y el exmagnate e insinuaba, a través de testimonios de familiares y conocidos del exalcalde, la implicación de Jodorkovski en el crimen, perpetrado el día en que el empresario celebraba su cumpleaños.
Las autoridades rusas inculparon del asesinato al jefe de seguridad de Yukos, Alexéi Pichugin, que cumple condena por este delito, y a otro socio de la petrolera, Leonid Nevzlin, que según los medios rusos se refugia en Israel.