Las primarias sirvieron para catapultar definitivamente a un político joven y con ambiciones claras que consiguió plantarle cara al kirchnerismo y derrotarlo en su territorio más fuerte, la provincia de Buenos Aires.
Sergio Massa, un dirigente peronista de 41 años, actual alcalde de la localidad de Tigre a unos 50 kilómetros el norte de Buenos Aires, comenzó su militancia política en el centroderecha para luego incorporarse a las filas del peronismo. El expresidente Eduardo Duhalde lo llevó a la función pública nombrándolo en el 2002 como titular en Administración Nacional de Seguridad Social. Néstor Kirchner lo mantuvo en el cargo.
En el 2008, Cristina Fernández lo nombró como jefe de su Gabinete de Ministros, pero un año después lo expulsó por diferencias políticas.
El kirchnerismo lo declara formalmente su enemigo cuando se conocen a través de cables de Wikileaks algunos comentarios que Massa había hecho en contra de Néstor Kirchner en conversaciones con la embajadora de Estados Unidos.
Hasta último momento, el político no estaba seguro de si participar o no en las primarias, pero convencido por sectores del peronismo disidente y faltando una semana para el cierre de las inscripciones, Massa presentó su Frente Renovador y en tan solo cuarenta días consiguió imponer a sus candidatos contra el aparato estatal del Frente para la Victoria.
Después del triunfo ante el kirchnerismo, Massa se prepara para dar la batalla final en las elecciones legislativas del 27 de octubre por eso ayer dijo: «Hoy sembramos la semilla de un árbol que tiene que ver con el futuro de la provincia y de la Argentina».