La mujer de Bo Xilai declara en su contra y él dice que está loca

Carol Huang JINAN / AFP

INTERNACIONAL

Una mansión de Cannes podría ser la clave que hizo estallar el escándalo

24 ago 2013 . Actualizado a las 00:27 h.

Los trapos sucios de la política china quedaron al descubierto este viernes en el segundo día del juicio por corrupción y abuso de poder de Bo Xilai, el dirigente de mayor rango del Partido Comunista en caer en desgracia en las últimas décadas.

«Está loca y miente», afirmó Bo al referirse a su propia esposa, Gu Kailai, quien lo acusó de haber estado al corriente de los sobornos que ella mismo recibió, en un testimonio por video divulgado por el tribunal.

Gu, encarcelada desde el año pasado por el asesinato de un hombre de negocios británico, Neil Heywood, se veía en el video pálida y delgada.

Al ser interrogada sobre si su marido estaba al tanto de los billetes de avión y otros regalos ofrecidos por Heywood a la pareja, Gu Kailai respondió: «Debía saberlo». Luego, al ser presionada por su interrogador, añadió: «Yo se lo había dicho».

Bo Xilai, de 64 años, fue confrontado por sus jueces a su pasado reciente, entre 2011 y 2012, en la época en que ejercía de líder carismático y era considerado como la estrella emergente del PC chino.

Las cosas empezaron a cambiar cuando Neil Heywood, muy cercano a los esposos Bo desde los años 1990, fue hallado muerto en noviembre de 2011 en Chongqing, la gran ciudad del sudoeste de China dirigida con mano de hierro por Bo Xilai.

La implicación de Gu en el asesinato por envenenamiento de Heywood precipitó a principios de 2012 la espectacular caída de este ambicioso «príncipe rojo», hijo de un compañero de armas de Mao Zedong durante la Larga Marcha en los años 30, ahora juzgado por corrupción y abuso de poder.

Las relaciones entre Gu y Heywood se habían deteriorado a causa de una lujosa residencia en Cannes, en el sudeste de Francia, cuya administración le fue retirada al británico por la esposa de Bo.

En su testimonio divulgado el viernes, Gu dijo haber asesinado a Heywood porque temía que éste «secuestrara y matara» a su hijo, Bo Guagua.

«La seguridad de Guagua corría riesgo y Bo (Xilai) lo sabía» prosiguió la mujer, aunque sin implicar a su marido en el asesinato de Heywood, por el que fue condenada en agosto de 2012 a la pena capital, que debería ser conmutada en cadena perpetua.

El círculo de los íntimos

En el círculo de los íntimos del exdirigente, además del hijo Bo Guagua y de la esposa Gu Kailai, figuraban los empresarios chinos (Xu Ming et Tang Xiaolin) y los amigos extranjeros (el propio Heywood y el francés Patrick Devillers), muy útiles para servir de contacto en Europa.

Según la acusación, los empresarios chinos entregaron a la pareja numerosos sobornos recibiendo a cambio facilidades para invertir en la región industrial de Dalian (noreste), que había sido gobernada previamente por Bo Xilai.

Por su lado, Heywood et Devillers ayudaron a Gu y a Bo a utilizar esos fondos, invirtiéndolos en viajes, dinero para los estudios de Guagua en el extranjero o la compra de la lujosa residencia de Cannes, que se convirtió en la manzana de la discordia en esa lucrativa «empresa» y en motivo del asesinato del empresario británico.

Pero este viernes Bo Xilai afirmó haber escuchado hablar «muy vagamente» de la mansión de Cannes y reiteró que ignoraba todo sobre culquier tipo de soborno.

Respecto a su mujer, ésta le habría confiado identificarse con una figura heroica, Jing Ke, quien intentó asesinar al rey de Qin, futuro Primer Emperador de China (en el siglo III antes de nuestra era).

«Eso demuestra hasta qué punto (Ku Gailai) sufre de trastornos mentales», lanzó Bo Xilai, según el tribunal.

Bo Xilai es el dirigente comunista de mayor rango juzgado desde la caída en desgracia de «la Banda de los cuatro», liderada Jiang Qing, la esposa de Mao Zedong, tras la muerte del Gran Timonel en 1976.

El juicio de Bo proseguirá el sábado.