El veredicto sobre el exdirigente comunista se hará público en las próximas semanas
26 ago 2013 . Actualizado a las 20:55 h.El tribunal de Jinan ha anunciado el final del juicio contra el exdirigente del Partido Comunista Chino (PCCh) Bo Xilai, que ha durado cinco días y ha confirmado que queda visto para sentencia. El veredicto se hará público durante las próximas semanas.
La Fiscalía ha pedido un «severo castigo» para Bo por no admitir su culpa y haber modificado a su antojo las declaraciones en torno a los cargos de que se le acusan. El exjefe del partido de la ciudad de Chongqing fue expulsado de las filas del partido después de que su mujer, Gu Kailai, fuera declarada culpable, junto al jefe de Policía de la misma localidad, Wang Lijun, por el asesinato del empresario británico Neil Heywood.
El exlíder comunista ha contado con una inesperada y enérgica defensa durante los cinco días que ha durado el juicio, y ha denunciado que los testimonios de su mujer en su contra son los «desvaríos» de una mujer loca. Bo se ha declarado en repetidas ocasiones no culpable de ninguno de los cargos, aunque ha admitido haber tomado malas decisiones y haber avergonzado a su país por su manejo de la situación con Wang.
La Fiscalía estatal ha asegurado que no se puede tratar con «clemencia» a Bo Xilai después de haberse retractado de las declaraciones previas al juicio, donde había admitido su culpabilidad, y de haberse declarado no culpable.
«Durante los días previos al juicio, el acusado, Bo Xilai, no sólo ha rechazado rotundamente una gran cantidad de pruebas y hechos de sus delitos, sino que también ha rechazado su propio testimonio escrito antes del juicio», ha afirmado el tribunal. «Aprovechamos esta oportunidad para recordarle que los hechos de los delitos son objetivos, y no pueden ser cambiados a su antojo», ha dicho.
En sus últimas declaraciones ante el tribunal, Bo ha admitido fallos personales. «Sé que no soy perfecto», ha dicho Bo. «He cometido errores muy serios. No he sabido llevar bien ni a mi familia ni a mis subordinados, he cometido grandes errores y lo siento por el partido y por el pueblo», ha asegurado el acusado.
Pena de muerte, casi descartada
Bo podría enfrentarse, en teoría, a pena de muerte por los cargos de que se le acusan, sin embargo, muchos observadores han asegurado que es improbable que el partido quiera convertir en mártir a una persona cuyas políticas de bienestar social han conseguido tanto respaldo popular.
Dos abogados con los que ha contactado Reuters han asegurado que ellos creen que, según los detalles de los cargos contra el exlíder comunista, podría salvarse de la pena capital.
«Han sido otras personas las que se llevaron el dinero», ha dicho el abogado Gu Yushu, haciendo referencia a la declaración de Bo Xilai a través de la cual admitió estar al tanto de la malversación de fondos que acabaron en la cuenta de su mujer. «La relación directa con él no está muy clara», ha añadido el abogado, que cree que se emitirá contra Bo una sentencia de 15 años de prisión.
Otro importante abogado, experto en Derechos Humanos, Shang Baojun, ha afirmado estar de acuerdo y considera que la pena capital es, legalmente, improbable ya que Bo tampoco está directamente relacionado con el asesinato de Heywood. Shang ha elogiado la actitud de Bo Xilai durante el juicio, a pesar de que cree que no afectará al veredicto.
«Ha hablado de forma muy fluida, con mucha pasión, pero si ha sido suficiente para convencer a alguien es otra cuestión», ha dicho Shang. «Obviamente estaba muy bien preparado por su equipo de defensa. Sabía que sus declaraciones apuntaban a la perfección», ha añadido.
Acusaciones escandalosas
Durante el juicio se han escuchado acusaciones escandalosas contra Bo. La transcripción de las mismas, aunque probablemente editadas, se ha publicado de forma paralela en la cuenta oficial del tribunal en la red de microblogging Weibo.
La Fiscalía ha acusado a Bo de recibir más de 20 millones de yuanes -2,5 millones de euros- en sobornos de dos empresarios, de apropiarse de otros cinco millones -600.000 euros- de un proyecto estatal de edificación, y de abusar de su poder para intentar cubrir el asesinato cometido por su mujer.
Se han presentado detalles de una villa en la Costa Azul (Francia) que el empresario Xu Ming habría adquirido para la familia de Bo, así como la compra, por parte del mismo empresario, de numerosos viajes al extranjero para el hijo de Bo y Gu, Bo Guagua.
Bo ha declarado que había admitido inicialmente ante la investigación anticorrupción del PCCh que había recibido sobornos porque estaba bajo una «fuerte presión psicológica». También ha asegurado que uno de los hombres que le acusaban de aceptar sobornos, el empresarios Tang Xiaoling, le había tendido una trampa. La Fiscalía ha asegurado que la falta de remordimiento de Bo contará en su contra.
«Tanto la gravedad de los delitos de los que se le acusa, como el hecho de que rechace admitir su culpabilidad, hacen que no sea posible tener clemencia, por lo que debe ser severamente castigado de una forma acorde a la ley», ha asegurado la Fiscalía.
El exlíder del PCCh ha declarado que había aceptado declararse culpable de aceptar sobornos por parte de Tang porque buscaba «cooperar, para conseguir el entendimiento» de su partido. «He tenido algo de esperanza. Esperaba mantener mi afiliación al partido, mi vida política», ha asegurado Bo, según la transcripción del tribunal.
Bo también ha explicado el motivo por el que Wang, que le había acusado de darle un puñetazo tras enterarse de que Gu estaba involucrada en el asesinato de Heywood, había ido al consulado de Estados Unidos. «Estaba enamorado en secreto de Gu Kailai», ha asegurado Bo, y ha añadido que Gu había rechazado al entonces jefe de Policía. «Esa es la verdadera razón de su deserción».
A pesar de la valiente defensa de Bo, el hecho de que los tribunales chinos estén bajo control del Partido Comunista impulsa a llegar a la conclusión de que el veredicto finalmente declarará culpable a Bo. Hasta ahora los medios estatales, que hablan en nombre del partido, ya le han condenado.