Muere la viuda de Tito, Jovanka, el último icono yugoslavo

Dpa

INTERNACIONAL

Reuters

La esposa del presidente yugoslavo falleció en Belgrado tras dos meses de cuidados intensivos

20 oct 2013 . Actualizado a las 18:28 h.

Junto con su marido Josep Broz Tito, fallecido en 1980, fue el símbolo del Estado multiétnico de Yugoslavia: Jovanka Broz, la viuda del fundador comunista, murió en Belgrado tras dos meses en cuidados intensivos y con ella desapareció el último gran icono del desaparecido país balcánico.

La mujer de 88 años se casó en 1952 con el que fuera líder de los partisanos en la II Guerra Mundial y después padre político del Estado. Y al lado del jefe de Estado y partido yugoslavo, tuvo una gran influencia política. La también partisana en la II Guerra Mundial posó durante décadas en las fotografías al lado de su marido. Durante los años 60 y 70 conoció a presidentes y reyes, a grandes de Hollywood y a políticos de alto rango.

La glamourosa vida de la pareja casi todopoderosa en Yugoslavia provocaba titulares en todo el mundo, sin que quedara rastro del ascetismo comunista que se esperaba de ellos. Legendaria fue la invitación de estrellas internacionales a la isla privada de Brioni, en el Adriático. E igual de sonada fue su caída en desgracia después de la muerte de su marido: los divididos seguidores de Tito temían que ella tuviera un testamento político y de ahí que de la noche a la mañana la expulsaran de la residencia estatal «como un perro», como ella misma contó, y la pusieran durante décadas bajo vigilancia policial y en ocasiones bajo arresto domiciliario.

Le quitaron incluso sus pertenencias personales como su ropa, muebles o joyas y sólo en 2009 le concedieron un carnet y un pasaporte. La idea de su marido de que todos los eslavos del sur conformaran un único Estado, Yugoslavia, fracasó con las guerras de los años 90. Y muchos ciudadanos de los siete países que han nacido de la ex Yugoslavia siguen anhelando los «dorados años 60 y 70». Entonces, Yugoslavia vivió gracias a los generosos créditos de oriente y occidente un florecimiento que no ha vuelto a recuperarse.

La gente disfrutaba de un relativo bienestar y podía viajar por todo el mundo sin visado, con su pasaporte yugoslavo. Hoy en día, gran parte de la población vive en la pobreza y los Estados balcánicos están sobreendeudados.