Francia exige a EE. UU. que acabe con el espionaje a sus ciudadanos

Rosa Paíno
R. Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

París convocó al embajador estadounidense para pedirle explicaciones

22 oct 2013 . Actualizado a las 10:15 h.

«Estoy profundamente escandalizado (...). Es increíble que un país aliado pueda llegar a espiar tantas comunicaciones privadas sin ninguna justificación estratégica o de defensa nacional». El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, no ahorró críticas ante la gravedad de la crisis abierta con Estados Unidos por las nuevas revelaciones sobre el espionaje de su inteligencia (la NSA), mientras el ministro de Exteriores, Laurent Fabius, convocaba ayer de inmediato al embajador estadounidense en París, Charles Rivkin, para que exigirle explicaciones.

El Gobierno francés reclama a Washington «una respuesta tangible» y, sobre todo, el fin de unas prácticas que considera inaceptables entre países amigos, en palabras de Ayrault. La Casa Blanca restaba trascendencia a las quejas, alegando que «todos los países» espían. «Hemos dejado claro que EE.UU. recoge información de inteligencia en el extranjero del mismo tipo de la que recogen todos los países», explicó a la AFP la portavoz de la NSA, Caitlin Hayden.

El enfado de París saltó tras la publicación por Le Monde de documentos sustraídos a la NSA por su exanalista asilado en Rusia Edward Snowden en el que se detalla como EE.UU. habría interceptado millones de llamadas telefónicas de ciudadanos franceses. Solo en treinta días, entre el 10 de diciembre del 2012 y el 8 de enero del 2013, se espiaron 70,3 millones de llamadas bajo el programa US-985d.

El sistema incluye una señal que se activa cuando son usados determinados números de teléfono en Francia. El mismo sistema funciona con palabras claves en los SMS. La NSA conserva el historial de los diálogos de cada objetivo, en principio personas sospechosas de terrorismo, pero en la práctica «individuos que simplemente son vigilados por sus lazos con el mundo empresarial, la política o la administración francesa», según Le Monde.

La crisis eclipsará la reunión sobre Siria que hoy celebran Fabius, y su homólogo de EE.UU., John Kerry. El jefe de la diplomacia francesa ha recordado que París ya reaccionó «con firmeza» cuando fue alertado en junio del posible espionaje, pero ha lamentado que la respuesta de entonces no fuera suficiente. «Visiblemente hay que ir más allá», recalcó en Luxemburgo, para adelantar que Francia llevará el tema del espionaje a la cumbre europea.

Un caso más

Los papeles de Snowden llevan meses enfrentado a EE.UU. con aliados como Alemania, Francia, el Reino Unido, México y Brasil. Ayer varios medios neerlandeses se hacían eco de que la NSA espió en un solo mes (diciembre del 2012) a 1,8 millones de teléfonos de holandeses.

Mientras, la compleja relación entre México y Estados Unidos sufrió un nuevo varapalo tras la revelación de la revista alemana Der Spiegel de que la NSA vigiló correos electrónicos de Felipe Calderón cuando era presidente de México. A la condena de esta práctica «inaceptable» e «ilegítima», el Gobierno de Peña Nieto recordó que Barack Obama se comprometió con el presidente actual en realizar una investigación exhaustiva tras desvelarse que fue espiado cuando era candidato en el 2012.

La presidenta Dilma Rousseff fue la más beligerante con el escándalo del espionaje y amenazó con llevar el asunto a la ONU.