Berlín advierte a EE.UU. que las escuchas en suelo alemán son delito
28 oct 2013 . Actualizado a las 10:39 h.La prensa alemana desmontó ayer la afirmación de la Casa Blanca de que Barack Obama desconocía que el teléfono de Angela Merkel estuviera pinchado. El diario Bild am Sonntag, citando a una fuente de la inteligencia de EE.?UU., afirma que el presidente aprobó explícitamente el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a la canciller en el 2010.
Ante las nuevas revelaciones, el Gobierno de Berlín volvió a endurecer el tono y advirtió a Estados Unidos que las escuchas en suelo alemán son delito, y eso rige «para alemanes y extranjeros, para ciudadanos y empresas, y también para diplomáticos y embajadas». El 76 % de los alemanes creen que Obama debería pedir disculpas.
Según explica Bild am Sonntag, Obama no confiaba en la líder alemana y en vez de detener el espionaje del que era objeto Merkel desde antes de ser canciller, en el 2002, encomendó a su inteligencia averiguar «quién es exactamente esta mujer». A diferencia del modus operandi habitual, los informes eran enviados directamente a la Casa Blanca, en lugar de al cuartel de la NSA, en la base militar de Fort Meade (Maryland).
Los servicios secretos accedieron tanto a los mensajes de texto como a las conversaciones del móvil Nokia, del que Merkel nunca se separaba. No pudo acceder, en cambio, al Blackberry Z10 especial que recibió al entrar en la Cancillería. Los informes se redactaban en el cuarto piso de la embajada de Estados Unidos situada muy cerca de la puerta de Brandemburgo.
También el antecesor de Merkel, el socialdemócrata Gerhard Schröder fue espiado por la NSA durante la presidencia de George W. Bush. Schröder fue una de las voces más críticas contra la invasión de Irak y no escondía su estrecha amistad con Vladimir Putin. Bush quería saber si se podía confiar en él.
Desmentido de la NSA
La NSA negó todo lo publicado por el Bild am Sonntag, pese a que este cita fuentes de la propia agencia. El jefe de la NSA, general Keith Alexander, «no discutió con el presidente Obama en el 2010 de un supuesto operativo de inteligencia que involucrara a la canciller Merkel», según un comunicado enviado a la agencia France Press.