El filipino que ya advirtió al mundo hace un año

S.C

INTERNACIONAL

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Un representante del país en el foro climático de la ONU alertaba en el 2012 entre lágrimas de la necesidad de tomar decisiones rápidas para evitar tragedias como la que estos días está arrasando a Filipinas

12 nov 2013 . Actualizado a las 20:56 h.

Ya hace un año que las lágrimas de Naderev Saño, representante de Filipinas en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP19), alertaban al mundo sobre la situación de su pueblo. Era diciembre del 2012 y mientras tenía lugar este foro sobre el cambio climático, el supertifón de categoría 5 Bopha arrasaba la isla filipina de Mindanao: «Mientras estamos aquí sentados negociando, mientras vacilamos, la lista de muertos sigue creciendo. La destrucción es masiva», lamentaba Saño frente a la atenta mirada de los que le rodeaban.

Ante la rabia y la pena al ver a su propio país enteramente arrasado, a cientos de miles de personas sin hogar y a decenas de seres humanos desaparecidos entre los escombros, el representante filipino tuvo que tomarse una pausa y retener unas lágrimas fruto de las más auténtica impotencia: «Hablo en nombre de 100 millones de filipinos. Hago una llamada urgente, no como negociador, no como líder de mi delegación, sino como filipino. Los líderes del mundo deben abrir los ojos a la realidad. Por favor, no más retardos, no más excusas».

Unas palabras que no causaron la respuesta necesaria

«Mientras estamos aquí sentados negociando, mientras vacilamos, la lista de muertos sigue creciendo. La destrucción es masiva», estas fueron las palabras del político filipino que provocaron un aplauso unánime entre los asistenes a la cumbre, unas palabras que sin embargo no causaron la respuesta necesaria, ya que los gobiernos no llegaron a ningún acuerdo y el discurso de Saño no llegó a tener la trascendencia mediática que se esperaba. Un año después, y tras los desastres que el pueblo filipino ha tenido que soportar en el 2011 y en el 2012, las víctimas del nuevo supertifón Haiyan ya se cuentan por miles.