El Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, los conocidos como cinco sabios, respaldan la política económica de la canciller Angela Merkel y la instan a no desviarse, en las negociaciones con el SPD para diseñar el futuro programa de gobierno, de las reformas emprendidas por Alemania.
Los sabios, con una sola excepción, presentaron ayer su informe anual, esta vez centrado en marcar pautas para la nueva legislatura, que no deberían abordar nuevas regulaciones que impliquen «aguar» las reformas estructurales conocidas como Agenda 2010, introducida en la última legislatura del socialdemócrata Gerhard Schröder (2002-2005) y que implicó recortes sociales y una profunda reforma laboral.
La valoración de los sabios de que Alemania ha salido mejor parada de la crisis que el resto de la zona euro gracias a dicha Agenda no supone ningún elogio al legado socialdemócrata, sino más bien una crítica a propuestas del SPD para el programa de gobierno de coalición, como su exigencia de implantar un salario mínimo interprofesional. El informe, titulado Contra una política económica retrógrada, también es contrario a una eventual subida de impuestos y a regular el precio de los alquileres.
Cerrada la agenda europea
Merkel reaccionó a las recomendaciones afirmando que las «tomaba muy serio», pero no cuenta con poder aplicarlas al cien por cien. La canciller es consciente de que el salario mínimo interprofesional se ha convertido en irrenunciable para el SPD, que se ha comprometido a someter el pacto de coalición a consulta de sus afiliados.
De hecho, ayer mismo CDU y CSU llegaron a un acuerdo básico con el SPD en el que destaca el rechazo de un fondo europeo para la amortización de la deuda, los eurobonos.
SPD y CDU acordaron también que los rescates europeos se utilicen únicamente como último recurso cuando la estabilidad de la eurozona en su conjunto peligre. Los países en crisis deberían «aportar más» para superar la crisis, señala el texto.