¿Habrá gran coalición alemana?

Úrsula moreno BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El temor a un fracaso en las negociaciones o el no de los militantes socialdemócratas marca una semana clave para el pacto de gobierno

24 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuando hoy se reúnan Angela Merkel y Horst Seehofer en la cancillería berlinesa, no tendrán todavía nada que celebrar. Ambos han cosechado importantes logros para sus partidos en Múnich y Berlín, pero «todavía hay importantes obstáculos que superar», decía el jefe de los socialcristianos en el congreso del partido en el que ayer fue reelegido por una aplastante mayoría de más del 95% de los votos. Se refería a las negociaciones de la gran coalición con los socialdemócratas que pretenden sellar esta semana. Por eso mañana a los dos líderes conservadores se sumará Sigmar Gabriel, el jefe del SPD.

Una larga lista de cuestiones claves, como la doble nacionalidad, la introducción de un peaje en las autopistas alemanas o el salario mínimo interprofesional, siguen sobre la mesa de negociaciones. ¿Habrá subidas de impuestos, aunque sean indirectos?, como exigen los socialdemócratas. Para los conservadores es un tabú, pero la larga lista de «deseos» de ambos bandos asciende ya a 50.000 millones de euros. Nos esperan «largas y difíciles noches [de negociaciones]», explicó Seehofer a los delegados de su partido, la CSU. Su reelección ayer le permitirá seguir reclamando tres ministerios para los socialcristianos, entre ellos el de Agricultura.

Según la hoja de ruta, Seehofer, Merkel y Gabriel querrían presentar el miércoles un pacto de coalición para los próximos cuatro años; algunos medios, sin embargo, hablan ya del viernes como fecha más probable. Las prisas vienen marcadas por un país que se encuentra a la espera, con un Gobierno y un Parlamento limitados en sus funciones, y por la consulta sobre el pacto que el SPD tiene que llevar a cabo todavía entre su casi medio millón de afiliados.

Ayer el Nobel de Literatura, Günter Grass, simpatizante eterno del SPD, aconsejaba a sus correligionarios rechazar la gran coalición. Su preocupación es que el próximo Gobierno sería todopoderoso y la oposición apenas tendría nada que decir, dañando así los fundamentos democráticos.

Su contrapropuesta sería un Gobierno de minoría regido por CDU y CSU, y tolerado por socialdemócratas y verdes.

Estreno con los Verdes

De fracasar esta semana las negociaciones, o rechazar las bases socialdemócratas la gran coalición, se presentarían dos escenarios posibles: elecciones anticipadas, en las que el SPD probablemente saldría peor parado que en la cita electoral del pasado 22 de septiembre. O bien Angela Merkel tendría que volver a negociar con los Verdes, un escenario no tan imposible. Sobre todo después de que el primer ministro de Hesse, el democristiano Volker Bouffier, anunciara este fin de semana que tiene intención de formar Gobierno con el partido ecologista.

Sería el primer Ejecutivo formado por conservadores y ecologistas en uno de los principales estados federados de Alemania y un potencial ejemplo a seguir en Berlín