Unos 150.000 damnificados todavía viven en refugios provisionales cuatro años después del terremoto
12 ene 2014 . Actualizado a las 17:05 h.Cuatro años después de que Haití fuera sacudido por un devastador terremoto, el paso lento de la reconstrucción es evidente en la capital, donde el palacio presidencial y la catedral continúan en ruinas.
La destrucción causada por el terremoto del 12 de enero de 2010, que mató a más de 250.000 personas, está aún muy presente en Puerto Príncipe, la capital del país más pobre del continente americano.«Vamos a pisar el acelerador para impulsar los principales proyectos, y los haitianos estarán orgullosos de la reconstrucción», dijo el viernes a la prensa el primer ministro Laurent Lamothe, al hacer una presentación de varios modelos de edificios públicos que están en construcción. Lamothe, blanco de críticas por la lentitud de la reconstrucción de los edificios públicos, entre ellos el palacio legislativo, llamó a los haitianos a permanecer unidos. «La reconstrucción es una preocupación de todos, no solo del presidente Michel Martelly y del gobierno», dijo Lamothe.
Dieudonne Saincy, portavoz de un partido de oposición, acusó no obstante al gobierno de «ignorar por completo el plan para la reconstrucción del país, que fue negociado con donantes internacionales». Admitió, sin embargo, que parte del problema era que una porción de la ayuda internacional prometida nunca fue desembolsada. Saincy y Lamothe coincidieron también en que una parte importante del dinero, cerca de un 42%, fue dedicada a aliviar la emergencia luego del terremoto, y no a la reconstrucción.
Deuda pendiente
El 89% de los damnificados por el terremoto han podido abandonar los refugios provisionales, según la organización humanitaria Oxfam. No obstante, las 146.464 personas que quedan son las más vulnerables y viven en la pobreza extrema. Estas personas, en la actualidad, subsisten en tiendas de campaña hechas para durar seis meses y, sin embargo, llevan allí años. Muchas letrinas ya no funcionan y apenas hay servicios básicos.
El primer ministro ha lanzado un llamado a la comunidad internacional para que entregue la ayuda prometida por cerca de 9.000 millones de dólares. «Si la comunidad internacional hubiera honrado su compromiso, hubiéramos podido lograr diez veces más de lo que hemos hecho», dijo. «Debemos lograr que la comunidad internacional tome conciencia de la situación», señaló el primer ministro.