Aplastante victoria del sí en el referendo sobre la nueva Constitución de Egipto

Laura Fernández-Palomo EL CAIRO / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

17 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Sin sorpresas. Los primeros datos provisionales confirman la abrumadora, y esperada, victoria del sí en el referendo constitucional celebrado en Egipto. El porcentaje de apoyo del 98 % supera ampliamente a la Carta Magna islamista aprobada hace apenas un año, pero la participación, con un 36 %, tan solo sobrepasa en tres puntos la del pasado plebiscito. Se trata de un dato importante que, según los analistas, debería legitimar el apoyo del que presume el Ejército para implantar la hoja de ruta política que trazó en julio tras el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi.

Los Hermanos Musulmanes calificaron como «falsas» estas estimaciones y consideran que hubo una baja participación debido al «triunfo histórico» de su boicot. «Dejadles que se rían de sí mismos y celebren fiestas ilusorias», apuntó la Alianza para la Defensa de la Legitimidad, entre la que está la ilegalizada hermandad.

El Cairo vivió ayer al ritmo normal de un jueves laboral, ajena a los resultados. Algunos restos de la cita electoral se intuían en el metro, cuando los vendedores ambulantes ofrecían banderas nacionales, o escasos simpatizantes del general Abdel Fatah al Sisi se agrupaban en Tahrir. La Universidad de El Cairo, convertida en refugio de islamistas, presenció una nueva manifestación pro-Mursi en la que murió un estudiante en la represión. Se suma a los nueve muertos y 444 detenidos registrados en dos días de consulta.

El Gobierno negó que Egipto esté bajo un régimen militar y que reprima a los activistas, pese a que han trascendido las detenciones de los que promovían la campaña del no. «No hay ningún indicio que permita afirmar que Egipto se encamine hacia un régimen militar», advirtió.

EE.UU. descongelará su ayuda militar que bloqueó tras el golpe de Estado, aunque vinculándola a la reinstauración democrática. La que debería iniciarse con comicios legislativos y presidenciales, que previsiblemente tendrán al general Al Sisi como candidato.