Los venezolanos solo han podido ver por la CNN e Internet la crisis que padece su país. Los canales de televisión y las radios se han autocensurado (o están claramente censuradas) y no han transmitido nada de lo que está ocurriendo. Sin embargo, a través de las páginas web de los principales diarios, así como en Facebook, y sobre todo Twitter, han encontrado una manera de informarse y de convocarse a las protestas. El propio Leopoldo López llamaba a los suyos en el mensaje que dejó grabado antes de entregarse a «convertirse en un medio de comunicación» y colgar en la web vídeos, fotos y testimonios que «demuestran lo que ocurre».
Durante los últimos días, Cantv (la empresa telefónica venezolana y principal proveedora de Internet) ha estado tratando de sabotear las redes sociales, especialmente Twitter, retrasando la carga de imágenes. Han sido hackeadas cuentas de líderes opositores y hasta de artistas, como denunció ayer en Madrid el cantante venezolano Carlos Baute, quien junto a Alejandro Sanz, Paulina Rubio, Rihana, y hasta el futbolista Luka Modric, han denunciado la represión contra la oposición a través de Twitter.
A estos ataques a los opositores, la red de ciberpiratas de Anonymous ha respondido inutilizando o interfiriendo las cuentas, entre otros, del PSUV y de uno de sus líderes, el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello.