La muerte de un tiro de un comerciante canario eleva a catorce los fallecidos
26 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.«¡Y no! ¡Y no nos da la gana una dictadura igualita a la cubana!» Bajo esta consigna estudiantes y opositores marcharon ayer hacia la Embajada de Cuba en Caracas, para exigir el cese de la injerencia que el régimen castrista ejerce sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.
Al llegar a la sede de la legación, la cual estaba fuertemente custodiada por la Policía y la Guardia Nacional (policía militarizada), los manifestantes entregaron un documento en el que reclamaron la salida de todos los funcionarios cubanos que están en el país, en particular aquellos que están dentro de las Fuerzas Armadas y los organismos de inteligencia. «Exigimos el cese de injerencia cubana en temas militares, sabemos de buena fuente que en cuarteles de Venezuela hay militares cubanos que le dan dirección a la arremetida violenta que tiene la Guardia Nacional para con los venezolanos», afirmó Gaby Arellano, dirigente juvenil de Voluntad Popular.
En el 2013 el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) admitió que en el país había 46.000 cubanos participando en programas de salud, educativos y deportivos creados por Hugo Chávez. Sin embargo, hay quienes creen que esa cifra es mayor debido a que no incluye a los asesores militares y de seguridad que están en áreas sensibles como los comandos del Ejército, de la Aviación, en las aduanas, en el servicio de identificación o en los registros y notarías.
La ola de protestas que sacude a Venezuela desde hace 21 días sigue cobrándose vidas. La cifra de muertos asciende ya a 14. Wilmer Carballo, un comerciante de origen canario, falleció el lunes tras recibir un balazo mientras protestaba en una barricada callejera pacífica cerca de su casa en la ciudad de Cagua, a unos 130 kilómetros al oeste de Caracas.
Carballo no es la única víctima española. El joven Juan Manuel Carballo, nacido en Venezuela y de padres malagueños, denunció que cuando fue detenido la semana pasada en una protesta por militares fue golpeado y abusaron sexualmente de él. La fiscala general de la República, Luisa Ortega Díaz, rechazó la versión de la siguiente forma: «¿Ustedes creen que una persona que haya sido violada, o sea, que le hayan introducido por el ano la punta de un fusil puede sentarse en la audiencia [ante el juez]? Qué desagradable hablar de esto, pero hay que hacerlo», declaró, para después continuar aseverando: «Practicado el reconocimiento médico legal, no es cierto que se haya introducido el fusil por el ano».
Buscando apaciguar las protestas, Maduro decretó jueves y viernes días festivos en conmemoración del Caracazo, por lo que el país tendrá el carnaval más largo de su historia. Estados Unidos expulsó ayer a tres diplomáticos venezolanos, en represalia por una medida similar de Maduro la semana pasada.