Unicef recuerda que desde el inicio de la guerra nacieron unos 37.000 bebés
11 mar 2014 . Actualizado a las 01:00 h.Dos millones de niños en Siria necesitan contención psicológica a causa de la guerra civil que azota el país desde hace años, declaró hoy el director de Unicef, Anthony Lake. «Para los niños en Siria, los pasados tres años fueron los más largos de su vida», dijo Lake en Nueva York.
Desde el comienzo de la guerra nacieron unos 37.000 bebés en Siria. Muchos niños no conocen otra cosa que la guerra, y eso ha dañado sus almas, asegura el director del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Además, unos tres millones de niños no pueden asistir a la escuela, agrega el informe.
Según Lake, un millón de niños no recibe suministros o muy escasamente. Apenas un poco más fácil es la situación de los niños en los campamentos de refugiados. Uno de cada diez niños trabaja. Por otra parte, una de cada cinco niñas sirias en Jordania está obligada a contraer matrimonio muy tempranamente, agrega Unicef, que considera niños a los menores de 18 años.
El informe describe algunas situaciones individuales que son ilustrativas del trauma de cientos de miles de niños. Por ejemplo el caso de Adnan, de cuatro años, quien resultó herido en la cara por un atentado. Su familia huyo con él al Líbano, pero el niño todavía sufre las consecuencias de ese hecho. «Llora todas noches. Tiene miedo de todo y sobre todo tiene miedo de que lo dejemos solo, incluso si es sólo por un segundo», señala la madre.
Unicef exige un plan de ayuda de seis puntos. Debe ponerse fin a la violencia y concederse el acceso a las agencias de ayuda humanitaria. Además, se debe prevenir la explotación y garantizar la educación de los niños. La organización de las Naciones Unidas pide además ayuda psicológica para los niños que sufren el trauma de la guerra y el apoyo a este tipo de programas. «Esta guerra debe terminar, para que los niños puedan regresar a sus casas y tratar de reconstruir sus vidas», dijo el jefe de Unicef. «Este tercer año devastador debe ser el último para los niños en Siria», recalcó Lake.