Miedo al fraude y a los talibanes en las elecciones de Afganistán

carlos ocampo REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

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Los afganos están llamados a decidir hoy quién sustituirá a Karzai

05 abr 2014 . Actualizado a las 13:57 h.

Las dudas sobre la limpieza del proceso electoral y la participación ciudadana pueden ser un obstáculo tan importante como la permanente amenaza talibán de sabotear los comicios presidenciales de hoy para que la transición fragüe en Afganistán y la paz termine por asentarse. Afganistán celebra unas elecciones provinciales y presidenciales marcadas por la salida del poder de Hamid Karzai después de diez años, tras la caída del régimen talibán. Su marcha supondrá una valoración positiva de su labor o el apoyo a los opositores.

La amenaza talibán de sabotear las elecciones se ha venido materializando en los últimos meses en atentados dirigidos tanto contra miembros de la comisión electoral y de las fuerzas de seguridad como contra extranjeros. A esta amenaza pretende hacer frente el despliegue de 95.000 soldados y 48.000 policías en todo el territorio, además de los controles de carretera en los que se inspeccionan vehículos en busca de bombas.

Contra el terror de los radicales, Kabul llama a votar a una población que podría acudir a las urnas en un 75 %, según una encuesta. No obstante, la escasa cultura democrática de una población mayoritariamente rural y analfabeta en el 70 % y, sobre todo, la sombra del fraude planean sobre estos comicios. Ya en el 2009, las acusaciones de fraude llevaron al candidato Abdulá Abdulá a renunciar a competir con Karzai, apoyado por la Casa Blanca, en la segunda vuelta. La venta de votos de los señores de la guerra y la influencia de los caciques locales no son problemas menores que afectan a la limpieza de un proceso en el que habrá pocos observadores internacionales.

El tercer factor relevante en estas elecciones es el étnico. Los candidatos tratan de captar votos con listas plurales en las que promocionan a representantes de etnias rivales. Así, los pastunes Ghani y Rasul llevan como aspirantes a la vicepresidencia al líder uzbeko (9 % de los afganos) Rashid Dostum y al de la comunidad tayika (casi el 25 % de la población) Ahmad Zia Massud, respectivamente. Abdulá, tayika por parte de madre, eligió como candidato a vicepresidente a Mohamed Khan para recabar el apoyo del 40 % pastún.

Retirada de tropas

De la limpieza de las elecciones, es decir, de la legitimidad que logre el candidato elegido, dependerá que la anunciada retirada de tropas de la OTAN para fin de año no convierta de nuevo el país en un descenso al caos. Tras perder el apoyo de Washington a raíz de la desorbitada corrupción en que se sumió su régimen, sus críticas a las intervenciones estadounidenses y las conversaciones con los talibanes a espaldas de Obama, Karzai deja a su sucesor una herencia envenenada para afrontar la pacificación del país, con el escaso apoyo de un reducido contingente de la OTAN.