Asegura que «la oposición tiene garantías totales y derechos» y responsabiliza a la extrema derecha del 95 % de las muertes en protestas
08 abr 2014 . Actualizado a las 22:03 h.El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha asegurado que las protestas que vive desde hace casi un mes no son la «primavera árabe» de Venezuela y ha vuelto a acusar a Estados Unidos de estar detrás de las mismas y tratar de emular lo ocurrido en Ucrania, donde las manifestaciones culminaron con la caída del presidente Viktor Yanukovich.
«Tratan de vender al mundo la idea de que en Venezuela hay protestas, una especie de primavera árabe», ha afirmado este martes el mandatario en una entrevista concedida al diario británico The Guardian en el Palacio de Miraflores. «Pero en Venezuela ya tuvimos nuestra primavera: nuestra revolución que le abrió el camino a la Venezuela del siglo XXI», ha subrayado, en referencia a la llegada al poder de Hugo Chávez.
Según Maduro, aunque Washington niegue su implicación en las protestas, Venezuela se está enfrentando a un tipo «de guerra no convencional que Estados Unidos ha perfeccionado a lo largo de décadas». A este respecto, según el diario, ha citado una serie de golpes de estado o intentos de golpe respaldados por Washington desde 1960 en Brasil hasta Honduras en el 2009.
Ante la petición de pruebas de la implicación estadounidense, el presidente venezolano ha replicado: «¿no son cien años de intervención en Latinoamérica y el Caribe suficientes: contra Haití, Nicaragua, Guatemala, Chile, Granada, Brasil? ¿No es suficiente el intento de golpe de Estado de la administración Bush contra el presidente Chávez?».
«¿Por qué tiene Estados Unidos 2.000 bases militares en el mundo? Para dominarlo», ha añadido, asegurando que ha trasladado al presidente estadounidense, Barack Obama, que «nosotros ya no somos su patio trasero».
Emular a Ucrania
El presidente ha denunciado asimismo que la oposición ha tratado de paralizar «todas las ciudades principales del país, un poco copiando, de manera muy mala lo que sucedió en Kiev, donde fueron trancando las avenidas principales de la ciudades hasta que hicieron ingobernable Kiev, Ucrania y derrocaron al Gobierno democrático». En Venezuela, la oposición tenía un «plan parecido», ha defendido.
«Tratan de acrecentar problemas económicos a través de una guerra económica para desabastecer el mercado de productos y disparar una inflación ficticia», ha puntualizado. «Crean problemas de carácter social, molestia, insatisfacción política y violencia y buscan la imagen de incendios para justificar un proceso de aislamiento internacional e incluso de intervención», ha lamentado.
Muertos en las protestas
Por otra parte, respecto a los 39 muertos registrados hasta la fecha en las protestas -incluidos seis miembros de las fuerzas de seguridad-, Maduro ha asegurado que el 95 % de las muertes son obra de «grupos de extrema derecha».
Tras arremeter nuevamente contra la prensa internacional por la cobertura de los acontecimientos en Venezuela, promoviendo una «realidad virtual» de un «movimiento de estudiantes que es reprimido por un gobierno autoritario», ha planteado «qué gobierno no ha cometido errores políticos o económicos». «Pero, ¿justifica esto quemar universidades o derrocar a un gobierno elegido democráticamente?», ha preguntado.
Respecto a la detención del político Leopoldo López, uno de lo promotores de la protesta, y otros dirigentes opositores, Maduro ha replicado que «la oposición tiene garantías totales y derechos». «Tenemos una democracia abierta. Pero si un político comete un crimen, llama al derrocamiento de un gobierno legítimo y usa su posición para bloquear calles, quemar universidades y transportes públicos, los tribunales actúan», ha justificado.
«Yo no creo que en una democracia la polarización sea mala» aunque «parece que es una moda de un tiempo para acá, tratar de convertir la polarización en una enfermedad», ha subrayado. «Ojalá se polarizaran todas las sociedades democráticas del mundo», ha añadido, ya que, en su opinión, «una democracia sólo puede funcionar si su sociedad está politizada.»
«La política no es para cuatro élites, de un partido de centro izquierda y un partido de centro derecha y las élites que se distribuyen la riqueza», ha denunciado, resaltando que «en Venezuela hay una polarización positiva porque hay una politización general y las grandes mayorías toman partido por las políticas públicas».
Así las cosas, ha insistido en que «el pueblo decidirá hasta cuando estaré de presidente aquí». «Pero tengan la seguridad de que si no soy yo, será otro revolucionario. Lo que sí va a ser indefinido aquí es el poder popular», ha remachado.